Capítulo 13

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Cuando ella medita su vida

Finalmente bajaron del auto todas las bolsas del chico y ella se quedó en el asiento del conductor para despedirse de el con la mano, miro una última vez la casa de donde estaban y las luces estaban encendidas, vio a Konan asomarse a través de la ventana y le hizo una señal para que le marcara más adelante, dio marcha atrás y se dirigió al taller mientras la noche seguía cayendo sobre ella.

Se quedó unos momentos recargada en su auto mientras miraba el cielo al oscurecer, estaba en su casa, no habla quería ir al taller ese día y después le avisaría a Law el porque no fue, aunque sabía que no era necesario ya que sabía que ese día no era particularmente satisfactorio para ella en todo sentido. Entro a su casa, después de todo ya casi no pasaba su tiempo ahí ya que viajaba entre casas que no fuera la suya.

Siempre limpia y ordenada, siempre solitaria. Se sentó en el sillón mientras suspiraba y la conversación con Sasori volvía a su mente, por inercia levantó sus manos al aire para poder observarlas después de todo ambas estaban tatuadas con lo mismo. Después de todo Law de alguna manera el la había convencido de también hacerse un tatuaje en el pecho, pero aún no habían hecho la cita o algo solo en las manos. Cerro sus ojos y recordó cuando sus padres finalmente había  notado sus manos entintadas, claramente no fue de una buena manera su madre reaccionó de mala manera.

Le gritó toda una tarde, su padre solo suspiro en decepción pero en general no había dicho nada, solo había decepción en los ojos de ambos, pero en general no le importó así que después de volver a hablar de una manera civilizada ellos simplemente dijeron que ya no había vuelta atrás por la razón en que era tinta en su piel, así que solo querían una explicación del porque ella había decidido tomar una decisión tan radical que la marcaría para toda la vida hasta morir. Su respuesta los había convencido ya que solo le sonrieron un poco y asintieron mientras volvían a sus actividades normales.

En la mesa de cristal había una figura que también era del mismo material, así que lo tomo entre sus manos y los paseo mientras meditaba todo, después había sido una semana muy rara en cuestión de todo, había hablado con Ino y Tenten en cierto modo eso les ayudó a recuperar un poco de la comunicación que habían perdido después de los incidentes de las bromas, el haber hablado con Sasori y las cosas que el había revelado en esa pequeña platica, el que su relación había avanzado más de lo previsto al punto de que comenzaban a vivir juntos en su departamento de chico y el haber nombrado a Ikeles que ya era su hijo.

Dejo la figura en la mesa de nuevo y se levanto de su asiento para caminar por su casa y mirar alrededor, siempre había fotos de ella cuando era más chica y sonriente, esos momento felices en que no sabía que era mejor no crecer ni un centímetro. Miro su foto que era un retrato familiar, ni se habían sacado una actual, solo mostraban esa y en cierto hecho, no le sorprendió que hubieran hecho citas para una nueva foto además de que jamás llegaron a la cita. Esa era una de las grandes decepciones que los niños tenían que enfrentar a la realidad en que a veces sus propios padres tomaban cosas más importantes que el tiempo en familia.

En su caso ella ya había superado la mayor parte de su infancia sola y con su amigo rubio, su madre de este la había criado hasta que ella pudo mantenerse sola, pero aún así ella aún la cuidaba bastante con su aire maternal y a ella no le molestaba pero últimamente ya no había tenido tiempo de verla o visitarla ya que de nuevo sus entregas la tenían atada de pies y manos, era una fortuna que ya iba a terminar ese periodo.

Pero también pensaba en lo que había vivido, si su infancia fue fea ya que no tuvo a sus padres a su lado como a ella le hubiera gustado, a pesar de su amor incondicional de Kushina hacia ella no podía remplazar el amor de una madre, las cosas volvieron a cambiar cuando ella entró a la primaria, su primer día estaba muy nerviosa a pesar de que su amigo rubio le insistía que iban a estas bastante bien y sin ningún problema, con una peque sonrisa ella le había respondido que si. Ese mismo día ella había obtenido dos amigas con las que pasar el rato, al igual que el rubio aunque este consiguió más amigos, todos se juntaron y ahí fue como se formó su grupo.

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