No fui capaz de mirar cuando se arrodilló frente a mÃ. Metió la mano por mi ropa y sacó mi miembro. Eché la cabeza hacia atrás; extasiado por el contacto de una mano ajena sobre mi entrepierna. Notaba su respiración contra mi erección. "¿Asà que el machito Alfa va a chupármela?" Dijo mi arrogante subconsciente, feliz.
Rio y se levantó. Pude ver como se desabrochaba el cinturón y se lo enrollaba en el brazo con paciencia. Con una mano me descolgó sin soltarme las esposas. Rodeó mi cuello con el cuero y apretó ligeramente. Me liberó las muñecas y, mientras las frotaba, me dirigió con ayuda del cinturón hacia la cama. Con un ligero empujón me sentó sobre el colchón y me quitó la amplia correa que dejó cerca de mÃ.
Volvió con la vela en la mano y la puso en el suelo.
-¿Qué piensas hacer con eso?-Pregunté con horror.
-¿Temes que el dolor te produzca placer?
Me obligó a tumbarme y me dio la vuelta. Volvió a cogerla y, de nuevo, me aprisionó las manos con el cinturón, cortándome la circulación, y las soltó sobre mi espalda.
-Mantenlas.- Ordenó.
Obedecà mientras él me rompÃa la camiseta con las uñas.
-No dolerá, tranquilÃzate.
Se subió a la cama y me aplastó mi cabeza ladeada contra el colchón.
-Levanta las caderas.- Me sentà confuso y me lo pensé antes de hacerlo.-Vamos.- Presionó.
Acaté la orden tembloroso. Vertió el lÃquido sobre el arco de mi espalda. Me arqueaba aún más a medida que la cera bajaba hasta mi cuello. Me mordà el labio intentando sustituir un dolor por otro.
-No te calles.- Regaño.- Déjame oÃrte.
Repitió la acción un par de veces más y esta vez no me contuve. Con sus uñas me la levantó. Me dio la vuelta y comenzó a desnudarme. No sentÃa mis manos.
Arañó la cara interna de mis muslos haciéndome sangrar. Lamió mis heridas bruscamente, la saliva me quemaba y aquello me hizo gemir. Derek se quitó los pantalones enseñándome una vez más aquella monstruosidad.
"Oh sÃ, por fin."
-Escupe.- Ordenó cuando estuvo más cerca. "Otra vez no, por favor." Rogué para mis adentros.- Vas aprendiendo.
Se acarició la polla con fuerza y me miró a los ojos. Deseaba a ese hombre más que a cualquier otra persona. HarÃa lo que me pidiera, todo lo que me pidiera.
-Date la vuelta.- Adopté la misma postura que antes y Derek me soltó las muñecas. Las sacudà intentando hacer que la sangre volviera a circular. Se colocó detrás y me agarró por las caderas con dureza. "Esto va a dolerte" Pareció pensárselo unos instantes y me llamó:
-Stiles, chupa.- Me giré entusiasmado y contento y entonces me encontré con dos de sus dedos. Lo miré desanimado y me los metà en la boca. Toda la vergüenza que podÃa haber sentido desapareció sin dejar rastro. Sujeté su gran mano con la mÃa y los ensalivé con energÃa. Derek parecÃa complacido con todos los sonidos pervertidos que salÃan de mÃ.
-Relájate Stiles.- Los sacó con rudeza y sonrió.
Volvió a posicionarse detrás e introdujo sus largos y grandes dedos dentro de mÃ. No dolÃa, de hecho, era placentero. Comenzó a moverlos con rapidez mientras yo jadeaba y entonces metió un tercero provocándome un gruñido por la molestia que me causaba. Era más de lo que jamás me habÃa metido y no resultaba muy cómodo. Pareció notarlo y redujo la velocidad. En cuanto mi cuerpo se relajó volvió al ritmo destructor de antes. Comencé a masturbarme y en pocos minutos noté que con un par de movimientos más alcanzarÃa el clÃmax.
-Te juro que como te corras paro ahora mismo.- "Perdona, ¿qué? ¡No puedes prohibirme eso!"
-¡No sé cómo pararlo Derek!- Grité entre gemidos.
-Apriétate con fuerza el glande.- Contestó.
-¿El qué?- "¿Quién coño habla as�"
-¡El capullo Stiles joder!- Estaba furioso y lo sufrÃ.
No me dio tiempo a reaccionar, aquella estocada me habÃa llevado al lÃmite. Mi cuerpo convulsionó por el reciente orgasmo y me desplomé sobre el colchón intentando recuperar el aliento. Derek me dio la vuelta. Estaba cabreado, muy muy cabreado. Me separó las piernas y las puso alrededor de su cintura. Se colocó y, a continuación, me penetró sin miramientos. Le agarré de las muñecas clavándole los dedos, intentando respirar de nuevo. Las lágrimas se me escurrÃan y rodaban por mis mejillas. Rogué para que de mi boca saliera algo parecido a un grito. Aquel dolor fue el dolor fÃsico más intenso que habÃa experimentado jamás.
Derek parecÃa disfrutar de mi estrechez.
A medida que se movÃa sentÃa mi interior dividirse. Comencé a gritar y el moreno me cogió de la barbilla con delicadeza. Me clavó a la cama con sus ojos y me besó en los labios. Su boca era cálida y húmeda y, por primera vez en toda mi vida, me olvidé de todo. Imploré a todos los dioses que conocÃa para que aquel contacto no terminase nunca, pero por desgracia, terminó antes de lo que me gustarÃa recordar.
Volvió a masturbarme buscando placer. La lujuria se mezcló con aquel punzante dolor y comencé a jadear y gemir. Cuando mi interior dejó de apretar su polla, este aumentó la fuerza y rapidez de sus embestidas- si aquello era posible- y empezó a golpearme la próstata. Aguanté unos minutos más y me corrà sobre mi pecho. Derek terminó bastante más tarde y salió de mà con brusquedad. Me giró y escuché como sacaba las uñas.
-¿Aún no has tenido suficiente?- Dije.
-Cállate.- Me arañó el cachete izquierdo con maestrÃa y profundidad y yo lo soporté mordiendo la almohada.
Nos vestimos en silencio y sin mirarnos. Quise hablar pero no tenÃa coraje.
-Vete.- Ordenó lanzándome una de sus camisetas. ObedecÃ. "Eres oficialmente su juguete, enhorabuena." Me reprochó mi conciencia.
Conduje a casa luchando por no quedarme dormido y en cuanto llegué me duché. Me tomé mi tiempo y pensé en el silencio que siempre reinaba. Limpié el vaho del espejo con la mano y observé las marcas que Derek me habÃa dejado como souvenir. Giré sobre mis talones y en mi culo pude leer perfectamente escrito la palabra "Mine".
-Serás hijo de perra.- Lo habÃa escrito al revés para que yo pudiera leerlo sin problemas.Â
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SÃ, la idea de "Mine" la saqué del video de "We Found Love" de Rihanna. Sorry not sorry
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Alfa.
FanfictionDespués de casi tres años de espera.... ¡os vuelvo a traer la historia!