JIN

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Envidia.

Se encerró completamente en el cuarto, encendió las luces, la televisión y se dejó caer en la cama en posición fetal mientras temblaba e intentaba digerir la idea.

YoonGi había regresado. Nunca creyó que pudiera suceder, parecía irreal, sobrenatural... Un sudor frio comenzó a recorrer su frente.

De todos modos él no tenía por qué temer, Jin siempre estuvo en contra de sacar a YoonGi del grupo, más o menos, pero si siempre estuvo en contra de... Lo que le hicieron.

Dejó escapar un suspiro pesado y se sentó en la cama. "No hay por qué temer" se repetía a si mismo tratando de ordenar su mente y tranquilizarse un poco, él solo le había jugado algunas bromas... Estaba en pánico y lo peor, no podía decirselo a nadie mas que a sus seis compañeros y ellos estaban casi peor que él.

La vida de un idol no es facil, ¿verdad?

ANTES.

-¡YoonGi-Ah! ¡Ya saca tus manos sucias del pastel y ven a practicar!- gritó NamJoon desde el aparato de musica, ya los cinco chicos restantes se acomodaban frente al espejo e iniciaban la coreografía.

SeokJin se mantuvo mirando a YoonGi mientras este cruzaba la sala y le sonreía a los chicos. Ese idiota... La envidia desprendía como humo desde el cuerpo de SeokJin, quien le sonrió de vuelta al chico pálido, falsamente, por supuesto.

YoonGi era inteligente, bonito, su piel era perfecta y todo eso junto lo hacían parecer mas visual que el propio Jin y eso al mayor le molestaba... Demasiado.

-Rómpete una pierna.- dijo SeokJin sonriendo, YoonGi le devolvió la sonrisa pero notó el sarcasmo en la voz del mayor, realmente le deseaba que se rompiera una pierna, las dos o incluso el cuello. SeokJin moría de envidia, y YoonGi lo sabía.

Quizás fué pura coincidencia y la suerte no estaba ese día de su lado, pero efectivamente cayó y se rompió el tobillo, por lo que tuvo que faltar a las siguientes prácticas después de ese día. Nunca desde que eran trainees faltó a una práctica, la responsabilidad era su principal talento.

El dolor era insoportable, comenzó a llorar en el suelo, sin embargo los demás seguían practicando como si nada hubiese pasado, excepto por JiMin quien se veía preocupado, miró al espejo y se encontró de repente con la mirada triunfante de Jin, una botella de agua vacía en su mano y su sonrisa apenas visible. YoonGi se había resbalado.

Jin cerró sus ojos en el momento en el que sintió unos ojos sobre él, alguien lo observaba, estaba seguro de ello. Miró hacia la ventana que tenía detrás y cerró las cortinas pero entonces un golpe seco se escuchó en la puerta. SeokJin miró hacia el lugar y logró divisar un bulto de sábanas, el miedo recorrió todo su cuerpo, ¿Cómo había llegado eso ahí? Se acercó lentamente hacia las sábanas y desenvolvió lo que había dentro, un muñeco Ken con la cara rallada, un espejo y una nota.

"¿Quién es el visual ahora, SeokJin?"

Jin temblando tragó saliva y se miró al espejo, pero no fué su rostro lo que le llamó la atención, si no algo tras él, una figura alta, pálida, lamentablemente conocida.

-Deberías mantener tu cuarto bajo llave...- murmuró con voz ronca mientras sostenía una navaja en alto y comenzaba a cortar el rostro de Jin quién gritaba y trataba de zafarse.

Un charco de sangre se formó debajo del mayor, su rostro estaba irreconocible e irreparable. YoonGi rió como si estuviera presenciando la mejor broma del mundo mientras veía la obra de arte que había hecho en la piel de su ex compañero de banda. Jin lloraba desconsoladamente y suplicaba perdón.

-La envidia mata, SeokJin.- susurró YoonGi y luego dió su último golpe, clavó la navaja en medio del cuello de Jin, éste cayó hacia atrás ahogándose con su propia sangre. YoonGi sonrió satisfecho, pateó el casi cadáver de Jin y salió del cuarto.

No hay nada que ver aquí.

...

Pobre Jin we, ste men. (Cuando te comentas sola las historias porque nadie te lee :'v)

Hidden •The 8th member• |BTS| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora