Girasol [Omegaverse]

Marchito

"No tienes tú la culpa si en tus manos 
mi amor se deshojó como una rosa: 
Vendrá la primavera y habrá flores... 
El tronco seco dará nuevas hojas.

Las lágrimas vertidas se harán perlas 
de un collar nuevo; romperá la sombra 
un sol precioso que dará a las venas 
la savia fresca, loca y bullidora.

Tú seguirás tu ruta; yo la mía 
y ambos, libertos, como mariposas 
perderemos el polen de las alas 
y hallaremos más polen en la flora.

Las palabras se secan como ríos 
y los besos se secan como rosas,
pero por cada muerte siete vidas
buscan los labios demandando aurora.

Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera! 
¡Y toda primavera que se esboza 
es un cadáver más que adquiere vida 
y es un capullo más que se deshoja!"

Alfonsina Estorni

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El rubio solo llegó a su cómoda habitación, se tiró a su cama y empapó la almohada de lágrimas no podía con sus emociones, parecía estúpido de echo él mismo, pensaba que sufrir por amor o porque alguien no te quería era algo ridículo, pero ahora que está en esos zapatos sabe que duele y mucho.

Cerró con candado la puerta para que nadie lo molestara.

El celo no se había ido de su cuerpo y ahora estaba tan sensible que hasta el mas mínimo recuerdo del kazajo lo hacia derramar más lágrimas, su "madre" le había dado los inhibidores para que su celo se clamara un poco, se sentía raro es como si fueras corriendo hacia la persona que más aprecias en este mundo y él te empujara y te despreciara así se tenia nuestro pequeño gatito. Y eso había pasado.

-. Hey tigre... ¿Te encuentras bien?-. Dijo desde la puerta el peliplata.

"Mi primer celo llegó en la escuela en donde estoy seguro que alguien me vio, mi mejor amigo al cual quiero como mucho más que eso me despreció y nunca lo veré a la cara, y para terminar probablemente reprobé matemáticas... ¡¡Estoy de maravilla!!"-. Quiso decir por un momento el rubio pero se contuvo y no dijo nada más.

-. Déjalo tuvo un día difícil-. Dijo el pelinegro.

El rubio estuvo en estado depresivo, todo el lapso del celo en donde sólo comía la comida que Yuri le dejaba en la puerta ya que no quería bajar por ningún motivo.

-. Yurio bebé debes bajar a comer con nosotros-. Le suplicaba el pelinegro.

-. Ño-. Dijo el rubio infantilmente, el nipón pudo ver a su esposo reflejado en esa protesta.

-. Bueno pero mañana tendrás que bajar quieras o no! Mañana regresarás al colegio.

El mundo del rubio se vino abajo.

-. ¡¡MAÑANA!! Gritó el de ojos verdes.

-. Sí, tu celo ya acabo, no veo el problema.

El rubio le miraba mucho problema.
Pensaba rápidamente en las posibilidades.

1-. Encontrarse a Beka, y pasar el momento más incómodo de su vida.

2-. Encontrarse a Beka, y pasar el momento más incómodo de su vida.