Capítulo 23: ¡Explota!, La llama eterna y el heraldo de la muerte.

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Y así, les traigo el penúltimo capítulo de esta primera parte, espero que les guste y se preparen para el capítulo final que traerá aun mas sorpresas y emociones... puede que incluso Sonic haga cameo. ;)

Mientras que el trió de guerreros se encontraba librando lo que parecía ser la última batalla en la boca de la montaña, el resto de ambos equipos; héroes y mercenarios por igual, estaban esperando el regreso de sus colegas. En algunas ocasiones, eran capaces de sentir ligeros temblores procedentes del campo de batalla, con un poco de ingenio, se las arreglaron para hacer una pequeña zona de primeros auxilios para asistir a los heridos (Alice, Silver, Tails, Amy y Shadow). Maria no necesitaba atención inmediata, ella solo se había quedado inconsciente; aunque había momentos en los que recuperaba la consciencia, rápidamente volvía a desmallarse, por sus partes. Knuckles, Rouge y Rex montaban guardia solo por si acaso, ya era deber de Marine y Asaco atender a los demás.

Knuckles: no me gusta nada...- repitió por décima vez, al ver como salía otra cortina de humo aun lado de la cascada. Por donde debía de estar la entrada.- no me gusta estar sin poder hacer nada

Rex: no podemos hacer nada más, órdenes directas son absolutas.- respondió permaneciendo sentado en el techo del vehículo con las piernas colgándole.

Rouge: quizás para ustedes, pero nosotros no somos sirvientes del rojo.- le repico mirándolo desde el rabillo del ojo.- sin ofender

Rex: no me ofendo... aunque tampoco somos sus sirvientes

Asaco: somos familia.- hablo a espaldas de los 3, sin quitar la vista del vendaje que le aplicaba a Silver.

Marine: su familia es rara...

Rex/Asaco: nunca dijimos que fuese perfecta.- lograron decirles entre risas por lo comentado por la mapache.- es solo... es

Rouge, Knuckles solo se les quedaban viendo con una expresión indescifrable, antes de volver a sus deberes de vigía. Notaron que Marine estaba conversando con Asaco de algo, pero no podían escucharles, debido a lo bajo que susurraban, como si no quisieran que otros escuchasen.

Rex: ... me pregunto.- musitando más a si mismo que a alguien más, el perro siberiano contemplo la pequeña bolsita de cuero que estaba a su lado.

Blaze se encontraba corriendo por los muros de la caverna, cada vez que avanzaba, por donde estaba hacia solo unos instantes, un enorme cristal se incrustaba. La gata lila esquivaba con gracia los proyectiles lanzados por la máquina de E. Sally, la cual no paraba de reír como poseída.

Shade, por su parte, le disparaba sin vacilación al borrón verde que era Scourge, su velocidad la dejaba apabullada. Lo único que evitaba que este lograse golpearla en cada intento que se proponía, eran los rápidos reflejos de Shiro quien lograba interponerse entre ambos, para ya sea bloquear la embestida supersónica o intentar lanzarle un tajo a algún punto vital.

Shade: es demasiado escurridizo.- gritaba

Shiro: dime algo que no haya notado.- replico en un murmuro.- hay que encontrar la forma de pararle los pies

Shade: fácil decirlo

Disparando otra ráfaga de balas hacia cualquier manchón verde que entrase en su campo de visión, la equidna realmente se estaba quedando sin idea y sin balas. A este paso ya no estaba tan segura de que sean capaces de salir de aquí en el tiempo límite, por lo que un cambio de estrategia era necesario, en un parpadeo, sus armas desaparecieron para darle paso unos guantes de apariencia rustica.

Scourge: ¿ahora pasamos a las peleas mano a mano?... eso me gusta

El erizo verde en una explosión sónica se precipito sobre sus 2 rivales, Shiro se preparó para lo que sería una embestida sónica. Shade por otro lado, con gran fuerza golpeo el suelo bajo sus pies, lo siguiente que ambos erizos supieron... es que estaban de cabeza en el aire. Shiro apenas tuvo tiempo de divisar por una esquina del ojo, como Blaze parecía haber perdido el equilibrio y cayó sobre sus rodillas, la gigantesca serpiente metálica se inclinó de espaldas y se golpeó con el muro más cercano. Scourge estaba tan sorprendido como el resto, como es que acabaron así, era algo que no comprendía, hasta que la respuesta lo golpeo en la cara... literalmente.

Sonaze I: El comienzo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora