Feliz cumpleaños, mi dulce Nicholas.

45 6 1
                                    

Eran las seis de la tarde cuando ya me había levantado de la pequeña siesta que tomé. El día empezaba a oscurecerse. 

‘Quiero ver tu lindo trasero a las siete y media en el centro. Si no te veo iré a tu casa y te llevaré de los pelos sin importar que tus papás me boten a patadas o me denuncien. Cariños, Camila’. 

Un fuerte suspiró salió de no sé dónde. Tomé un par de jeans ajustados juntos a polo suelto a rayas en tono palo rosa, una bufanda floreada y una gorra ploma. Mis vans preferidas. Até mi cabello y listo.

Al llegar al centro lo primero que hice fue ir por un helado, aunque el clima no estaba tan cálido me provocaba tomar uno de esos. Nuevo mensaje. 

‘¿Dónde estás? Camila’.

Después de mandarle un mensaje diciéndole donde me encontraba, a lo lejos vi a mis dos grandes amigas correr hacia mi seguidas por un chico alto que al poco tiempo reconocí que era Santiago. María Fe llegó antes que todos muy agitada.

-          ______, Nick está aquí -dijo esta como pudo. Respiraba muy rápido como si le faltara el aire y claro que le faltaba, después de esa corrida olímpica.

-          ¿Qué hablas? -me quedé estupefacta.

-          Encima de lenta, sorda. -Rió Santiago, al parecer mis amigas le había contado lo ocurrido en la mañana. Malditas, ya se las verán conmigo.

-          Cuando estábamos llegando vimos algunos autos de Cambio, grabadoras y todo eso, y unos minutos después vimos aparecer a Nick muy sonriente, llevaba una camisa que le hacía ver como tu perfecto Adonis -María Fe habló de nuevo, feliz por mí.

-          ¿Vamos a ver qué sucede? -propuso Camila.

Accedí a la propuesta muy insegura, rayos, tendré que buscar una manera rápida como aniquilar esta maldita inseguridad. Caminé detrás del grupo con pesadez, arrastrando los pies como si se tratara de mi abuela, con mucha lentitud.

Al parecer ya habíamos llegado. Había unos cuantos chicos de Cambio entrevistando a las fans. Me puse más nerviosa que unos segundos atrás, y mucho menos que los próximos segundos que estaban en camino. Todo era una locura aún sin la presencia de él. Pero eso fue poco tiempo ya que si antes era una locura, lo que pasó en el momento en que Nick entró no tiene palabra exacta. Las chicas se amontonaron, lloraban y yo, nada. Perdí el rastro de mis amigos, ahora estaba sola en este lío. De nuevo.

Nick estuvo firmando autógrafos. Unos flashes por allá, risas de aquí a allá y yo contemplando todo desde un rincón. Como si mi presencia fuera invisible, invisible ante todo ese gentío desconocido. A excepción de mi príncipe, quien estaba más radiante que nunca. Saqué mi cámara del bolso para tomarle una foto, él alzó la mirada y sonrió, alzó la mano y en un gesto con su mano me indicó que me acercara a él. Me armé de valor, con una barrera contra inseguridades o rompe sueños. Me acerqué a él.

-          Eres la chica de hoy en la mañana -sonrió viendo la cámara. Mieeerda. Se había acordado de mí, mi mente trabaja a dos mil por hora, había captado su atención- Al parecer sí -sonreí, el tono rojo de vergüenza en mi rostro estaba asomándose. Rayos.

-          ¿Quieres una foto? -preguntó viendo de nuevo la cámara.

-          Sí, por favor.

-          Ya. -Sonrió de nuevo. Alcé la cámara enfocándolo, pero llamó mi atención haciendo que olvidara como tomar una buena foto de él- Pero contigo, pues. -¿Qué había dicho? ¡Por todos los vientos huracanados! Quería una foto conmigo, para mí. Alzó su brazo para que yo me acercara a él y tomarnos una foto nosotros dos. Esto no podía estar pasando, por supuesto que no. - ¿Cuál es su nombre, señorita? -Me acerqué a él muy tímida. Le dije mi nombre muy despacio, casi como un susurro para que después coloque su brazo alrededor de mi hombro. Alcé la mirada para verlo, se sentía tan bien estar junto a él. Me sonrió. Sentí mis piernas fallar, mi sonrisa quebrarse y mis ojos, de por sí mis ojos estaban resistiendo ante cualquier ataque a una fuerte llovizna. - ¿Lista, ______?

-          Mucho más que eso. -Posamos para la cámara. Él quiso tomar la foto, no sé lo negué. Flash. Miró la foto y noté como una de sus lindas sonrisas se asomaban en su rostro, luego me entregó la cámara- Muchas gracias, Nick.

-          No te preocupes, fue un placer.

-          Por cierto -me olvidaba de algo. De mi bolso saqué la carta, en ese momento agradecía a Dios por haber hecho que no cambiara de cartera o haya sacado la carta de esta- Esto es para ti, Feliz cumpleaños -Mi amor, terminé el saludo con esa denominación, en mi mente, claro está. Se lo entregué, un segundo más y lo leía en presencia mía- Para, para. Léela luego, ¿Si? -sonreí de media lado.

Una chica alta y rubia se acercó a nosotros, bueno, mejor dicho se acercó a él. Le dejó el labial que usaba en la comisura de los magníficos labios de Nick ante el beso que le dio. Delta. Me sentí una celosa y la envidia se apoderó de mi cuerpo entero en menos de un segundo.

-          Amor, lo siento por llegar tarde -Un beso más. En ese momento quise convertirme en la mutación de Hulk en versión mujer y saltar contra ella para apartarla de mi chico. De mi ídolo. Que incómodo, esta era una de las razones para hacerme creer que soy más que una simple fan.

-          No te preocupes, cariño. -Él sonrió muy calmado y no supe si fue correcto haberme quedado ante este hecho. Delta se fue a no sé dónde. Nick volvió la mirada a mi mientras jugaba con la carta- Muchas gracias, ______. Cuando llegue a casa la leeré, te lo prometo. Es un lindo detalle de tu parte.

Me interrumpieron mucho antes que pudiera articular una minúscula palabra y seguir la plática. Aunque creo que tarde o temprano eso pasaría. Las luces del pequeño salón se apagaron y las únicas y débiles luces que aparecían ahora, eran las velas de la torta. Llamaron a Nick, él me pidió disculpas y se fue a donde lo llamaban. Le iban a cantar la canción de cumpleaños.

Desde un punto algo distante veía todo, no quise acercarme por varios motivos que no diré, en un instante sentí como su mirada se encontraba puesta en mi, sonreímos y flash, la foto del recuerdo de sus 19 años. 1, 2 y 3, él sopló las velas, todo se encontraba oscuro, pero a la vez el sonido de los aplausos me hacía sentir que no había quedado sola en ese lugar.

Me fui sin un adiós, tenía la vaga sensación que lo vería de nuevo y él se acordaría de mi después de haber leído mi carta, después de la foto más sencilla, pero a la vez tan perfecta.

No es un adiós, es un hasta pronto. Cuando te vea conquistar mi corazón en mis más profundos sueños. Feliz Cumpleaños, mi dulce Nicholas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 30, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

»H o p e l e s s dяeαms' {OneShoot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora