MíaEstaba sentada en la cama de la habitación de mi amiga, estaba diciéndome algo pero no le estaba prestando mucha atención, tampoco me imaginaba como sería mi vida, sin ella, como le iba a decir que me iría fuera, no se porque pienso que mi madre estaba planificando esto desde hace tiempo ya, y me dijo ahora, estaba viendo que tal a donde me trasladaría, para el nuevo colegio, que ni siquiera se si me vaya a gustar, no me gusta en el que estoy, menos me va a gustar ese, pero bueno, sólo quiero qu... — Hey, te estoy hablando — me interrumpe ella mirándome con desaprobación y los brazos cruzados frente de mi.
— Ya, ya , ya vale, perdona , estaba pensando cosas.
—Y a ver, ¿ Qué cosas que no le puedas decir a tú mejor amiga ?— dice y ruedo los ojos.
—Nada , Carolina, cosas de la escuela —le dije eso porque se que no le gusta hablar de la escuela.
—Esta bien, esta bien, ganas, te dejo tranquila, mejor dime como van las cosas con Matt— Dice, pero hasta cuando entenderá que lo de Matt no es nada serio, ni nada que quiera contar, porque realmente no hay nada entre nosotros.
—¡Carolina! — espeto fuerte
— ¿ Qué ?, es la verdad, cuéntame con detalles todo lo que hicieron ayer.
— Hay Dios, superalo ya, no pasó nada, le dije que lo consideraba un siemple conocido y ya, porque ni a amigo llega, además odio que me celen, y el me celó sin motivos— le digo, y me encamino a la puerta.
—Ya supera eso, solo fue un día y ya— dice, pero no sé porque insiste tanto en lo mismo
—Ese día no lo olvido Caro, ya hasta me espantó a varios enamorados — digo y ella estalla a carcajadas.
—Perdón, perdona ya es que me da risa, estabas hecha un demonio aquel día, querías matarlo.
Bueno ya que bajé las escaleras, y aprovechando que su mamá no esta, corro hacia la cocina y abro el refrigerador.
— Por Dios Carolina — digo como si pasara algo malo.
—¿ Qué pasó ? — pregunta, e inmediatamente le respondo,—En este maldito refrigerador no hay nada bueno para comer, moriré de hambre —lo digo en tono dramático me tiro al suelo y cierro los ojos.
—Aja —dice y abro un poco los ojos para mirar su reacción, — ¿ Cómo puedes decir eso del refrigerador que te alimenta cada que vienes ? , solo te Aprovechas de que mi mamá no esta aquí para saquear mi casa, pero cuando esta aquí te haces la inocente y ni a mi habitación quieres ir.
Ruedo los ojos ante sus palabras, pero tiene razón, sonrío y me pongo de pié, aún no sé como decirle pero no le diré por ahora.
Pasamos la tarde, riéndonos y hablando cosas, pero seguía con Matt, Matt esto, Matt lo otro, pero bueno, no importa.
Ahora la suerte es que le dije que salgamos, así me deja quieta.
***
Después de 3 horas casi, eran las 10:03Pm, y aún Carolina no llega, no se porque es tan impuntual, su madre nunca llega tarde a ningún lugar, pero bueno, cada quien con su forma de ser.
Ya me estaba dando por vencida y loca por dormirme cuando el sonido de un coche me saca de mis pensamientos.
Me dirijo hacía la puerta, y sí es el mismo Bentley Continental GTC, ese de Carolina, salgo casi corriendo, algo que tengo bueno es que se manejar los tacones como si estuviera descalza, mi amiga me interrumpe.
—¡ Hey ! - Exclama, — Te caerás.
—¿ Porqué tardaste tanto ? , ya hasta me estaba arrepiento —le digo y me subo al auto
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Empezando a jugar tu juego
RomanceMía, Mía Mitchell, una adolescente fuera de lo común, todo comienza cuando su padre fallece, su madre cambia, y para Mía las cosas se vuelven difíciles, hasta que cumple los 17 años, cuando su madre decide que lo mejor para ella es irse a vivir a ot...