Primera Oportunidad

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Primera oportunidad.

Día a día las cosas cambiaban ligeramente en el departamento de solteros, Yoochun era más amable y atento con Jae, y él no despreciaba el gesto pues le parecía lo mínimo “civilizado” que podía ser ya que vivirían juntos hasta tiempo indefinido.

Yunho parecía estar de un humor de los mil demonios cada vez que estaban los tres en la misma habitación, solo los ignoraba cuando intentaban entablar una conversación, poco le interesaba lo que ellos quisieran hablar o al menos eso era lo que se repetía en su mente cada vez que Jaejoong se le acercaba con una sonrisa para hablar, o cuando veía que Yoochun le hacía bromas para poder estar cerca de él, pero lo que más le irritaba era que el rubio no pusiera resistencia o le dijera que parara, era como si lo deseara, sin mencionar las horas que pasaba Jaejoong hablando por teléfono con un tal Changmin, eso lo molestaba y ni el sabia el porqué.

Estaba empezando a perder la paciencia en sí mismo y con su alrededor, ya ni tenía ganas de salir, como era su costumbre, cada viernes. Sus encuentros pasionales, furtuitos y  sin compromiso, con cualquier hombre o mujer que cumplieran sus estándares, estaban disminuyendo al punto de ser casi nulos, y todo desde que el de los ojos chocolate había llegado a su vida, parecía arruinar su humor para sexo ocasional siempre, sus hormonas estaban sufriendo de un incremento sin posibilidad de liberación, las partes sensibles de su cuerpo no habían tenido la atención apropiada en mucho tiempo y eso era bastante malo.

El sonido de la puerta abriéndose lo alerto del intruso en su habitación, -Vete, no estoy de humor-, su advertencia fue ignorada y pronto sintió como el colchón se hundía un poco por el peso extra en el, un tierno puchero se podía apreciar en los labios de Yoochun mientras se recostaba al lado de su amigo.

-Últimamente tu humor esta peor que de costumbre, ¿Cuál es la razón?-, la pregunta incomodó en demasía al mayor porque ni él sabía la respuesta, bueno, si la sabia pero no estaba dispuesto a decirlo en voz alta aunque fuera su mejor y único amigo.

-Espero te des cuenta pronto por ti mismo, si no tendré que intervenir-, no espero respuesta del hombre a su lado, le guiño un ojo ligeramente y se fue de la misma forma en la que entro, dejando a Yunho solo de nuevo, las palabras del otro le resonaban en la cabeza, no sabía exactamente a lo que se refería, pero sentía que era importante.

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-Changmin-ah! No quiero dejarte atrás así que más vale que apresures el paso.- un alegre rubio merodeaba por el centro comercial seguido de un cansado castaño que solo podía mirar su espalda por lo rápido que iba.

-¡Pero Hyung! Ya compraste demasiada ropa, ¿aun quieres ver más?, no creo que puedas ponerte toda esta de todos modos- Llevaban horas comprando y viendo diferentes cosas en los establecimientos del gran edificio, y aunque a Changmin le gustaba pasar tiempo con Jae estaba exigiéndole demasiado esfuerzo a su cuerpo.

-Deja de quejarte, te prometo que solo serán dos tiendas y luego nos iremos-, a pesar de ser fin de semana Jaejoong no se sentía con ganas de descansar en su cama, como es su costumbre, prefería despejar un poco su mente de todo lo que lo rodeaba.

Últimamente sentía una acosadora mirada sobre su cuerpo cuando estaba de espaldas, que el espacio y aire le eran insuficientes cuando se quedaba a solas con Yunho y eso lo ponía muy nervioso, la mirada del mayor, su voz, su sola presencia le hacía sudar las manos, incluso había soñado con el mayor y eso....eso ya no lo podía soportar.

-Está bien…solo dos más-, tenía que aprender a decirle que “no” a esos labios, si las cosas seguían como hasta ahora serian su perdición.

Más tarde –seis tiendas y dos rebanadas de pizza después para ser precisos- ya se encontraban ambos en el departamento del mayor con bolsas colgando de todas las partes posibles de su cuerpo en las que las pudieran cargar.

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