A mitad de la escalera

Normalidad

Tengo el corazón hecho y desecho, mi vida esta llena de pros y contras no me entiendo.

Me quiere, no me quiere.

Esa soy yo pensando arriba del coche de mi novio, quien no me dirige la palabra, esta muy concentrado cantando "So you wanna play with magic, boy you should know, what you falling for" así es ya me la se, de tanto que la pone, no la soporto y el lo sabe pero no le importa, cuando vamos en mi coche yo pongo mi música y el si se queja, me obliga a cambiarle para que el pueda estar feliz y cantar las porquerias que le gustan, cuando es mi turno de queja el dice que esta es música normal, lo que debería de escuchar; y así es con todo, el puede pero yo no, el puede decidir si la tipa del programa, de la peli, de la calle esta guapa pero cuando yo opino de algún tipo se pone celoso, serio,
aveces se marcha y yo me quedo sola, me deja sola.

En este momento nos dirigimos a una fiesta a la que yo no quería asistir a lo que el repuso:
-Vas a ir a esa fiesta, soy  popular y tu eres mi novia, lo siento amor es la vida que elegiste- 

Traigo un vestido tan entubado que me cuesta caminar, y unos tacones que me duermen los pies, enserio, no los siento, pobres piecitos, ellos que culpa tienen.

Pasamos por la entrada, donde a veces desearía ser invisible  ya que todos se nos acercan, bueno, se le acercan, me safo de su brazo y me dirijo a un sillón lo más alejado que encontré y me siento, me pongo a jugar candy crush, exacto así de miserable es mi vida, estoy acompañada de puro alcohol y olor a cigarrillo, no fumo, ni bebo, solo me aterro.

Empieza la música, hora de ponerse los audífonos. Empiezan a bailar hora de ignorar, empiezan a subir a las recamaras y fajar hora de ir al baño y echarse agua. Así es mi rutina a la que llamo normalidad podría hacer una canción y todo.

Veo a Ben rodeado de tipas, tipos, y cerveza, hora de pedir un taxi, le podría hablar a mamá pero seguro ya esta dormida, no la quiero molestar ni espantar ella siempre piensa que Ben es un buen novio y me trae, pero no, nunca lo es.

Estoy apunto de irme, cuando me jalan a la pista, es el, vaya por fin me hace caso, pone sus manos en mi cintura y yo en sus hombros siento su olor a alcohol y me dan ganas de salir corriendo pero no puedo, no ahora que me saco a bailar. Sus manos van bajando de mi cadera a mis pompas me las aprieta y susurra el nombre de "Ariana" siento una corriente de calor y le doy una patada en lo que según yo son los huevos y el me da una cachetada.
-Vamos primor, no seas tan santa, así aburres,me aburres a mi, te aburres a ti. Jajajaja pero que asco de mujer.- absoluto silencio el que se oye por toda la casa han parado la música y ahora el y yo somos el centro de atención, no puedo creer lo que a hecho lo miro con ojos llorosos y le muestro mi dedo del medio, salgo corriendo con el corazón en la garganta, escuchando las risitas y abucheos de todos y todas los que vieron nuestra escena.

Llego a casa con la cara negra por el rímel, me quito los zapatos y el vestido me aviento a la cama, con nada, solo ropa interior y lloro, le pego a la almohada me despeinó me revolcó en la cama, y grito en voz baja. Mi novio me pego me agarro algo que no debería haber agarrado y me falto al respeto en medio de una docena de pinches adolescentes mamones, me terminó de romper el corazón.

Me quedo dormida pero 2 horas después me habla contesto porque sigo con la esperanza de que me pida una disculpa y me dice que me ve abajo en la arboleda del edificio, le digo que se vaya a las verga y me vuelvo a quedar dormida.

11:30 de la mañana me despierto todavía con el rímel corrido y llena de ojeras, con la marca de una mano en el cachete y corazón.

Bajo a desayunar y me acuerdo que es día de escuela me debí de haber despertado hace 6 horas, leo la nota que me dejo mamá pagada en el referí,

Te quedaste dormida te veías muy mal no te desperté
hay sobras en el congelador, regreso más tarde luego
hablamos.

Genial lo único que me falta es un sermón de madre a hija, no lo voy a soportar; desayuno unos waffles al parecer caducados y un jugo de naranja acido, no digno de una reina pero si de una chica con el corazón roto, me baño, me peino, y me visto con unos pants y una sudadera vieja, que apesta a humedad me dejo el pelo suelto y me preparo un chocolate caliente que ruego y este bueno. Salgo de la casa hacía un lugar donde no pase gente, que esté tranquilo ,donde de aire, pero dentro del edificio. La azotea.

Empujo la pesada y vieja puerta de la azotea y me siento en unas bonitas escaleras azules que nunca había notado antes.

La suerte no siempre esta en contra mía el chocolate estaba bueno.