Caleb Rivers
Era sabado por la noche corría a todo pulmón, mientras la policía me perseguía, mis piernas se movian lo mas rapido que podian, pero mi pantalon de mezclilla no ayudaba en lo absoluto.
Era medianoche y estaba demasiado oscuro, doble en una esquina donde conducía hacia un callejón, era angosto y apestoso, solo era yo con el único sonido que se escuchaba era el de las sirenas.
Agitado miré hacia atrás, no estaba nadie pero los sentia cerca, aceleré lo mas que pude.Se preguntarán, ¿Como acabé en esta situacion? Simple, mis amigos y yo necesitábamos plata, siempre hemos sido de la calle y se nos hace cada vez mas fácil meternos en rollos, somos como una pandilla de hermanos pero no de sangre, eramos unidos y fuertes, un poco agresivos al momento de que se metan en donde no les llaman por que claro cada uno tenia sus problemas y por supuesto en nuestra pandilla las únicas dos reglas que nos reinaban era:
*No te metas en sus asuntos
*No te fijes en la novia de ninguno
Si cumplías estas dos, estaras sano y salvo, eramos cinco y siempre nos llevábamos bien.
Bueno, el caso es que nos metimos a un lugar parecido a un supermercado donde vendían mas comida chatarra que nada.
Según nosotros, teníamos todo planeado, Marcus y Garreth lo mas locos de la pandilla, disimularían que comprarían unas cervezas, Jonathan pondría una recarga y yo entraria unos minutos después, Ivan nos esperaba en el estacionamiento con el auto para salir deprisa.
Amenazamos al empleado, rellenito y con lentes, tenia granos y estaba rapado le apuntabamos con un arma, ordenandole que pusiera el dinero en la bolsa, no le quedaba mas remedio que obedecer, se le miraba el miedo por sus ojos.
Con lo que no contábamos es que había un policía en el baño, ese maldito llamo a refuerzos y, nos rodearon, claro que nos sabemos defender y teníamos armas, solo salio un herido, Jonathan. Como soy el cabeza de la pandilla, decidí que se llevaran el carro para que lo pudiera atender nuestra madre, mientras yo hacia una distracción y, así lo hize.
Y aquí estoy corriendo en una cuadra llena de casas con escondites perfectos, opté por esconderme en una casa color café con beige, era de dos pisos y una puerta grande color café tambien pero desgastada.
En fin, entre por la puerta que por suerte estaba abierta, me apresure a entrar, las luces rojas y azules que venían de las patrullas pasando por enfrente, me eché para atrás en un movimiento ágil, silencioso y rápido, esperé un par de segundos y solté el aire que contenía, cuando una mano delgada, me agarro del cuello y me estampo en la pared.
Santa mierda, mataré a la persona que lo hizo.
-Quién demonios eres tu?-preguntó una voz un poco ronca y seductora.
Presté mas atención a la persona que tenia delante mio y, me lleve una sorpresa al ver a una chica muy guapa pero con un aspecto frió estaba amenazándome con lo que parecía una navaja con demasiado filo. Me miraba con esos ojos color café oscuro llenos de desconfiaza y curiosidad, le sonreí a lo que ella frunció el ceño.
-Eres sordo o que?
-Hola, nena-saludé con mi forma habitual de "soy el chico mas sexy que conocerás, besame" pero que creo que no funciono con ella, ya que puso los ojos en blanco.
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RETORCIDA® (SAGA TWISTED I)
RomansaÉl... En el momento en que la ví, sentí algo mas fuerte que una atracción, me gustó, me encantó, me fasinó. Haré lo posible por conquistar a esa chica que a pesar de nuestros demonios, nuestros corazones laten al par. ¿Podré llegar a enamorarme tan...