Yes, i do.

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-En el nombre de Dios, te ordeno que vuelvas al infierno.

La risa estremecedora se dispersó por toda la iglesia haciéndola mucho mas fuerte gracias al eco. Los presentes se helaron al momento y el miedo recorrió sus venas.

-Hijo de satanás, vuelve al infierno donde perteneces.

El sacerdote mantenía la biblia en su mano izquierda mientras en la derecha sostenía un rosario, y una cruz de madera. Estaba haciendo un exorcismo.

A sus costados permanecían un par de aprendices, cada uno cargando un jarrón de agua bendita con la que constantemente salpicaban el rostro y cuerpo del chico atado frente a ellos.
Un chico hermoso para cualquier persona que lo mirase, a simple vista era apenas un joven no mas de veinte años, una tes demasiado pálida, acompañada de cabellos azabache perfectamente lacios, con mechones que adornaban su frente y parte de sus mejillas, unos ojos grandes y profundos que transmitían miedo a quien lo mirase, por ultimo su rostro era perfectamente adornado por unos labios rosas.

Pero no era normal.

Era un peligro para la humanidad.

-¡Sal de ese cuerpo, te lo ordeno!

La iglesia quedó en silencio, solo se oía la lluvia del exterior y un par de truenos.

-¿Acabaste?

La dulce voz del azabache rompió el silencio, desató sus manos y pies sin esfuerzo con solo levantarse, hacia parecer las cadenas de simple papel.
En un abrir y cerrar de ojos habían desaparecido.

-¿Que eres? -SeokJin retrocedió dejando caer los objetos a los que se había aferrado en todo el exorcismo.

-Tu peor pesadilla. -De pronto el joven ya no estaba frente a si, sino detrás, susurrándole al oído.- Que iluso haciendo estas estupideces, ¿crees que de verdad funcionan? -Dejó de sentir aquel aliento en su cuello para volver a verlo frente a si, con la sonrisa mas siniestra que pudo imaginar ver alguna vez.- Ves muchas peliculas. ¿Alguna vez te sirven?

-¡¿Que eres!?

Pero ignoró su pregunta.

-¿Crees que te desharías así de mi tan fácil? Olvidas que yo también soy un hijo de Deus*.

Mientras el chico hablaba retrocedía poco a poco deteniéndose a unos metros de la enorme ventana con representaciones absurdas de el muriendo por distintas deidades.

Y entonces pasó.

Su cuerpo delgado se elevó y se estrelló contra la enorme ventana desapareciendo a si de la vista de aquellos ilusos mortales.

En el momento que el cristal se deshizo en miles de pedazos, despertó.

Limpió el sudor de su frente con una mano haciendo una mueca de asco segundos después, otra vez el en sus sueños, no era la primera vez.
Miró el reloj en su mesita de noche, eran las tres de la madrugada en punto.

-Hora del miedo. -Susurró aquella dulce voz en tono cantarín. No tenia que girarse para saber de quien se trataba.- ¿Tuviste un sueño conmigo?

Pero lo ignoró, lo menos que quería hacer era tratar con el. Podría fingir que no era real, pero eso no funcionó las primeras veces.

-¿Te haces el difícil, uh?

Vuelve a dormir Jimin. Vuelve a dormir Jimin.

Pero la presión de su cuello se lo impidió, las uñas del chico se estaban encajando a su cuello obligandole a abrir los ojos y observar el rostro de furia que mantenía el.

Are you afraid of the Dark? | OS #PersonStoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora