Desmoronandose

2.3K 190 34
                                    

Jade intentaba seguir con su vida sin tener que pensar constantemente en Tori pero le era sumamente difícil.
Ella tenía algo que cautivava a la pelinegra, la cual todas las mañanas iva a almorzar a aquel establecimiento.
La morena recibía a Jade con un café y después tomaba su orden.
Siempre que se iva le dedicaba una sonrisa.
Y ahora estando afuera de aquel lugar se sentía especial y no por ser quien era sino por como la trataba la morena.
La verdad es que nunca nadie la había tratado como ella y quería agradecerselo así que la invitaría a salir.
Al entrar fue recibida por una sonriente morena.

T:Hola Jade, ¿Cómo has estado?
J:Bien, ¿y tú?
T:De maravilla, ahora te traigo tu café.

Y sin esperar respuesta dio la vuelta y fue por el café de la pelinegra.
Al regresar la encontró sumida en sus pensamientos.

T:*extrañada* ¿Qué te pasa?
J:Nada.
T:Puedes contarmelo si quieres.
J:Tienes trabajo, no quiero meterte en problemas.
T:La verdad no.
J:¿Qué?
T:¿No te has dado cuenta? Tú eres la única cliente que hay en este momento.

Y la pelinegra dandose cuenta de que era cierto decidió contarle.

J:No se lo que me pasa.
T:¿Porqué dices eso?
J:Esque creo que....

Pero no pudo continuar ya que sonó la campanilla de la puerta indicando que había un nuevo cliente.

T:Disculpame, ahora regreso.

Tori antes de irse a atender a aquel hombre puso su mano encima de la de Jade y puso un papelito en su mano antes de irse.

Y la morena se levantó para atenderlo.
Jade aprovechó eso para levantarse e irse, no sin antes dejar un billete de $20 dólares.
Salió corriendo rápidamente de ahí pero antes de huir en su auto escuchó el grito de Tori diciendole

T:¡Jade espera!

Pero no hizo caso de su grito y siguió corriendo y entró a su auto aceleró y se fue a su oficina.

~En su oficina~
Jade dejandose caer en su gran sillón tomó el papelito que había puesto Tori en su mano y decidió ver que tenía ahí.
Se sorprendio de sobre manera al ver que lo que había en el papelito era su número.
Entonces la pelinegra no pudo evitar pensar

"¿Su número? ¿Porqué me lo ha dado? Fui una idiota al conciderar decirle que posiblemente estoy enamorada de ella.
No puede enterarse, y aunque se lo hubiera dicho nunca me hubiera correspondido, nunca me correspondera.
Es mejor dejar estas falsas ilusiones de lado. Quizá me dio su número porque me vio sumida en mis pensamientos.
No, nunca escribió su número estando sentada enfrente de mí, eso quiere decir que lo escribió antes.
¿Acaso tenía pensado darme su número antes de verme en ese estado?
Sólo hay una forma de averiguarlo."

Fue entonces cuando en su celular ingresó el número de aquel papelito.
Pero no marcó ya que recordó que se encontraba en su trabajo.
Así que decidió marcar en la tarde cuando ya estuviera libre.
Escuchó que tocaban a su puerta y con voz neutra dijo

J:Pase.
Sec:Señorita West, ya es hora de su junta con los inversionistas.

Jade sin contestar se encaminó a la sala de juntas en donde la esperaban los inversionistas.
La junta duró alrededor de 1 hora y al finalizar Jade fue directamente a su oficina y revisó contratos junto con otras cosas, cuando llegó la hora de salida la pelinegra se fue directamente a su masión.
Al llegar ordenó a sus sirvientes lo de siempre no molestarla y llamarla unicamente cuando la cena estuviera lista.

~En su habitación~
La pelinegra observaba aquel papelito que contenía el número de su querida morena e ingresó el número en su celular.

J:Muy bien, ahora si voy a marcar.

La Bella y la BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora