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Cada vez que llega la noche, mi cuerpo entra en un estado de meditacion profunda, siempre pensativo, recostado en mi lecho, profundizo en los detalles menos importantes de mi día, recalcandome como debería haber actuado o pensado, siempre deseando poder cambiarlo. Un ciclo de dudas y preocupacion se vierten en mi alma, no hay duda, todo lo que fuera a suceder adelante es por mi propia causa, siempre llego a esa conclusión y claro, nada más cierto. Pero luego soledad se hace presente y me grita -"Esto no hubiera pasado si alguien te diera lo que deseas"-. Luego de su voz aguda y punzante vienen los remordimientos y termino sin poder conciliar el sueño durante un buen tiempo.

En medio de la oscuridad de mi habitación, entre preocupaciones y lamentos, sollozos y gemidos, comienza mi locura, veo sombras deambular dentro de mi cubil, escucho cada sonido fuera de mi hogar, si no tuviera un pito en el oido, estoy seguro de que podría escuchar el aleteo de los mosquitos. Morfeo me abandona constantemente y se nota en mi ser, es agotador... un día mi locura va a pasar más allá de mi habitación.

Ay de aquellos que me encuentre en el camino...

Noches a solasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora