El día miércoles luego de haber asistido al instituto Hoseok reviso su reloj, dándose por enterado de que casi llegaba el horario de reunirse con Jungkook, apego más la mochila a su cuerpo y echo a correr, ya que la casa del menor no quedaba a más de tres manzanas.Ya había pasado una semana desde los incidentes y Hoseok se aseguraba que la madre de Jungkook no notara sus profundas cortadas. En tan solo siete días el mayor había aprendido a que por nada del mundo debía dejar al menor solo, y esto al mismo tiempo hacía que Jungkook lo quisiera golpear.
—Hoseok... Quiero ir al baño ¡No me jodas! —Chillo Jungkook al ver que ahora no podía librarse de él.
—La última vez que estuve aquí casi te matas ¡No permitiré que le pongas seguro a la puerta! —Dicho esto entro al cuarto de baño sin importarle lo que el otro le dijera.
—Al menos voltea —con brusquedad Jungkook hizo que el cuerpo de Hoseok quedará mirando la madera de la puerta.
El menor se deshizo de su cinturón y bajo la cremallera de su jean para poder hacer sus necesidades tranquilo, en cuanto termino regreso todo a su lugar y volteo viendo que Hoseok seguía tieso en el lugar que lo había dejado, tarareando una canción mientras marcaba un extraño ritmo con el pie, a Jungkook esto se le hizo lindo y quiso sorprenderlo abrazándolo por detrás, sin embargo, en el camino se tropezó y esto hizo que su cabeza quedará pegada al cuello del contrario. Ambos estaban más que sorprendidos.
Jungkook no pudo evitar respirar el aroma de su cuidador, y este se estremeció al tener al contrario olfateándolo en profundidad.
—J-Jungkook.
— ¿Qué perfume usas? —El nombrado apretó más su cuerpo al de Hoseok y aspiro profundamente.
—N-ninguno —Respondió mientras cerraba sus ojos con fuerza.
—Eso es... Increíble. Jungkook abrió sus ojos en cuanto su mente grabo ese nuevo aroma.
Soltó con brusquedad a su cuidador y este casi se cae al suelo, su cuerpo había sido sensibilizado por completo, Jungkook le prestó atención a esto y sonrió satisfecho.
Luego de un rato ambos chicos estaban sentados en el sofá mirando una película de terror, se podría decir que Hoseok temblaba de miedo mientras abrazaba un cojín y contenía sus lágrimas, Jungkook por el contrario siquiera estaba mirando la película, solo observaba a su hyung, el menor era un adicto a los olores ricos y en ese momento se preguntaba si el aroma de su compañero sería aún mejor mezclado con el sudor que su cuerpo desprendía. Pero no tardó mucho en comprobarlo, se apegó a su cuidador y metió su cabeza en el hueco de su cuello, Hoseok se sobresaltó y por si acaso llevo un cojín a su entrepierna, no quería averiguar qué tipos de efectos podía causar Jungkook en él. Jungkook pudo notar que su hyung no le estaba impidiendo nada, así que con más curiosidad aún sacó su lengua de su boca y le lamió la extensión del cuello así logrando quitarle algunos jadeos leves. La mente de Hoseok no quería que el menor siguiera jugando así con él, pero todo su cuerpo decía lo contrario. Una de las impacientes manos de Jungkook recorrió el delgado cuerpo de su cuidador hasta llegar al inició de sus pantalones, para este punto Hoseok ya había intentado apartarse varias veces, pero la fuerza del menor no le permitió mover ni un solo musculo.
En aquel momento se escucharon sonidos de llaves y la puerta se abrió, Jungkook nunca había estado tan infeliz de ver a su madre regresar a casa.
De manera alegre la madre de Jungkook fue hasta él y le cogió sus mejillas besuqueándolas.
—Bebé, mamá ya esta aquí y ya podremos dejar a Hoseok descansar tranquilo en casa. —Mientras la madre de Jungkook seguía abrazándolo, Hoseok aprovechó y se levantó del sofá aun sosteniendo el cojín entre sus manos.
—B-bueno, y-ya es de noche, debo ir a casa, s-sí... —Nervioso caminó rápido hasta la puerta de entrada y recogió su mochila con una mano libre.
—¡Hoseok, espera! —La mujer se había levantado y con una sonrisa caminó hasta él— Aún no te he pagado niño inquieto, quédate aquí. Ya regreso.
La mujer se fue de la sala tarareando y Hoseok se quedó nuevamente solo con Jungkook, este desde el sofá tenía su entrecejo fruncido y lo miraba de brazos cruzados. Los pequeños minutos que la mujer tardo fueron un eterno juego de miradas, entre timidez y enojo.
Al regresar ella Hoseok recibió su paga del día y se volteó para irse por una segunda vez.
—¡Espera! —La mano huesuda de la mujer lo detuvo— ¿Te llevaras el cojín?
—¿¡Eh!? —Iluso miro su mano y enrojecido entrego el cojín a la mujer antes de poder irse.
Al cerrarse la puerta la madre de Jungkook miró a su hijo sonriente.
—¿Ves? Sabía que Hoseokkie era el chico correcto ¡No hace este trabajo por el dinero! —Ilusa se fue de la sala y Jungkook no pudo evitar soltar un fuerte grito antes de tumbarse en el sofá boca abajo.
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Déjame cuidar de ti [K-Hope]
FanfictionJungkook, adolescente de 16 años, tiene la enfermedad: Insensibilidad congénita al dolor con anhidrosis o mejor conocida como CIPA. Una enfermedad en la cual tu sistema nervioso no funciona bien, logrando que la persona no sienta ningún dolor, ya s...