.Nacer de nuevo.

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Los refuerzos llegaron tarde. Consiguieron detener a la banda y liberar a los betas. Quedaron tres heridos. Todos en mal estado, dos por herida de bala y otro por golpe fuerte en la cabeza.

Al llegar al hospital separaron a los policías según su tipo. Petra y Levi fueron llevados a la planta de omegas mientras Gunter ingresó en la de alfas. Erwin no se separó de la camilla de su novio.

Tres dias más tarde el capitán se despertó.
--Uhh-- se quejó para incorporarse pero no pudo. Al observar todo se quedó sorprendido. Estaba en la sala especial para policías omegas. Todo era blanco. A sus lados se encontraban unas cortinas para darle privacidad y una mesa con cosas que no sabía que eran encima. Estaba conectado A una máquina que emitía un sonido abajo, también tenía un tubo en el brazo que lo conectaba a una bolsa rara y otra cosa ahí abajo. A su derecha había un hombre rubio con una chica -Hanji, reconoció- .
--¡Enano! ¡Te has despertado! --chillo la chica.
--Ha-hanji-- tartamudeo adormilado.
--¿Qué has dicho!-- toda la alegría que sentía la alfa se esfumó.
-- Y-Yo... Qu-que..-- la máquina empezó a emetir el sonido más seguido. Era muy molesto.
--Levi relájate, tu pulso está muy alto-- le hablo el rubio robusto.
--Calla.. eso. Molesta... pa-paraa-- se llevó las manos a los oídos mientra se movía. -- ¡No me toquen! No...-- se alejaba violentamente de todos los médicos y del hombre. No escuchaba nada de lo que decían.
--Calmate...-- por algún motivo, la suave voz de aquel señor le calmó. La chica de gafas le cogió de los hombros y guardó una jeringuilla. Miró los ojos del otro hombre y se sentó en la cama mientras se estabilizada. Tenía los ojos del color del cielo.
-- Bien, ¿puedo hacerte unas preguntas? --habló la chica. Todos los médico anteriores habían desaparecido.
--S-si.
--¿Cómo te llamas?
--Levi Ackerman.
-- ¿Años?
--venti..tres..
--¿Tienes familia?
-- No que este viva.
-- Si tienes a alguien Levi, ¿no te acuerdas?-- dijo preocupada.
-kenny.. mi tío y... nada...
-- ¿Qué eres? ¿ alfa, beta u omega?
--Qu-Que... N-no entiendo...
-- Vale, primera pregunta fallada.
-- ¿Tienes pareja?
--No.-- todos abrieron los ojos.
-- N-No... ¿Te acuerdas de mi?-- dijo el hombre con características de Ángel.
--¿Ehh? ¿Debería hacerlo?
-- Segunda pregunta.. ¿Sabes quién soy?
--Hanji.. Pero no se más. --Ambos se miraron tristemente.
-- V-verás. Uh, esto es difícil. Te voy a explicar una cosa: en este mundo vivimos divididos en alfas, betas y omegas. Tu, eres un omega. Él y yo somos alfas.
--Sigo sin recordarlo...
-- Eh, mira. Los betas digamos que son como los normales y la más cantidad. Los chicos tienen pene y las chicas vagina. Ya esta, nada más. Los alfas tienen un instinto y suelen estar más atraídos por omegas, pero eso varía. Ello siempre 'la meten', da igual su género, y una vez que su amor sea correspondido, marcan a su... lo que sea. Si es un omega pueden embarazarlos. Los omegas, digamos que son los que reciben. Tenéis matices y celos. Liberais feromonas y...
-- Ya me acuerdo...--dijo con un leve rubor. Ser omega era una de las cosas más vergonzosas  para él.

Lo intentó,  de verdad que lo intentó,  pero no lo conseguía. Su cerebro tenía lagunas, grandes y pequeñas, que le impedían estar completo. El hombre que había llamado su atención resultó ser Erwin Smith. Le dijo que era su pareja y que haría lo que sea para que consiga recuperar la memoria. Eso explicaba mucho. Como el por qué tenía un sentimiento que no identificaba cuando estaba cerca. Pero ese alfa era demasiado bueno y le daba mala espina. ¿Y si en vez de amor era miedo? A lo mejor era un maltratador que finjia ser bueno. Porque de esto se acordaba perfectamente: no te fíes de nadie. Se lo decía su tío constantemente, del cual no recordaba su cara. Hanji le dijo que no solía verle mucho. También le dijo que solía llamarla cuatro ojos o loca. Aún no la recordaba del todo.
-- Bien, enano. Vives con él ¿si?--señaló la médica.  Tragó en seco.--para que puedas recuperate,  haras tu vida de siempre. El cejotas estará contigo todo el tiempo posible, y cuando él  no este, lo hará alguien de confianza. Si te sientes agobiado, no dudes en decirlo. Si te duele la cabeza, dilo. Y por supuesto, avisa de cada cosa que recuerdes.

El camino a su supuesta casa fue incómodo.  No paraba de imaginar historias en su cabeza sobre la maldad del rubio. Al menos recordaba cómo pelear y defenderse.
--Vivimos en...-- intentó recordar para entretenerse. -- un apartamento... o.. no..--miles de casas pasaban por su cabeza. Rojas, amarillas, violetas...¿cuál era la suya? Miró al mayor. Este estaba muy concentrado y parecía no escucharle. Él siempre se concentraba demasiado al volante.--Acabo... acabo de recordar..--avisó con miedo.
--¿Enserio?¿De que?--dijo ilusionado.
--Siempre te concetras demasiado conduciendo.-- el afectado sonrió.
--Si, es cierto.-- afirmó alegre.
--Vivimos en una casa que pasa desapercibida...--recordó también. Emitió el 'porque yo lo pedí'.--Pe-pero no se cu-como era o...-- la voz comenzó a temblarle. Respiró hondo. No iba a llorar delante de este sujeto, el tenía su orgullo.
--Es una de dos plantas. Es blanca y marrón, como las demás de la urbanización.
-- y tiene ventanas grandes-- concluyó más relajado.
--Si. Es muy bonita, la decoraste tu.
--¿Yo?-- ¿de verdad ese hombre le dejó a él decorarlo? El no recuerda tener gusto.

La casa era pequeña pero espaciosa. Tenía un cesped muy bonito con algunas flores y un bonito árbol. Por dentro, le sorprendió. Había fotos y cuadros por las paredes. Las ventanas eran como lámparas, la luz del sol llenaba el hogar. De la entrada de pasaba al salón directamente y éste tenía una cocina.  Sólo los separaban una barra donde comían -si, recordó eso-.  Un cuarto de baño al final y otra puerta al jardín trasero. El jardín era simple: césped, tres árboles y una parcela. Pero todo en la casa parecía brillar. También se acordó de lo mucho que le gustaba limpiar. El piso de arriba tenía siete habitaciones: dos cuartos de baño, cada uno en un extremo; dos habitaciones, una para ellos y otra de invitados; una sala de entrenamiento, por lo visto hacían mucho ejercicio; una salita, como un salón pero en pequeño y la otra puerta estaba en el techo, era el desván.
-- Aveces  cuando te enfadas o quieres estar sólo, te encuentras ahí. --concluyó. -- Normalmente dormimos juntos...-- se le encogió el corazón. --pero como se que sera incómodo para ti, dormiré en el cuarto de invitados.
--¿ no tendría que ser al revés?
--Oh no, a mi no me importa. Además,  igual recuerdas algo.-- Rezaba por que fueran buenos.

Su habitación era de color azulado.  Tenía dos escritorios, cada uno en una ventana, y un armario grande. La cama estaba en medio y era grande. No recordaba dormir en una cama de matrimonio y eso le daba mala espina. No se fiaba nada del rubio. Cuando su acompañante se fue comenzó a ponerse su pijama. Eso sí lo recordaba: un pijama blanco con titanes excéntricos a forma de topos, se lo regaló una cuatro ojos.
--¿Te has vestido ya?-- escuchó en la otra puerta. Se metió rápido en la cama y se tapó hasta el cuello.
--¡Si!-- gritó firme. No se iba a mostrar débil ante el desconocido.
-- Hanji me dijo que te tomaras esta pastilla.-- eso le dio mala espina. No iba a tomarse una pastilla desconocida. -- Te la dejo ahí. -- y se fue.

Erwin tenía una gran presión. Estaba realmente feliz de conseguir el amor del Omega y todo se había ido a la mierda. Sentía una rabia triste. Todavía se acordaba de cómo se conocieron y como se enamoró de el. Y como se ganó su amor. Tardó cuatro años y ahora lo había olvidado. Hará lo que sea para que consiga recuperar la memoria.  Hará lo que sea para que Levi vuelva a ser feliz.

***
Yei~
Espero que les haya gustado tanto como a mí escribirla😙.

Te quiero, ¿Te acuerdas? [SNK/YAOI ERURI] (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora