El sacerdocio y el amor

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Llegue a la iglesia, como siempre sin llamar la atencion de nadie, a excepcion de lucio, bajo la luz del sol note prefectamente, era un sacerdote, se acerco a mi, me abrazo y me dijo que lo acompañara, lo segui, su dorado cabello llegaba hasta un poco mas de sus hombros, su figura me hacia sentir una paz que nunca habia sentido jamas, de la nada vi como la plaza de la iglesia se llenaba de gente, eran de mi clase, asesinos y mercenarios, estaba un poco extrañado como gente de mi clase podia estar en uno de los lugares mas santos de la ciudad, solo segui a lucio y de la nada un instinto me ataco lo tome por el hombro y le pregunte

-oye tienes pareja?-

A lo que el contesto:

-soy virgen nunca e tenido una novia-

Esa respuesta me lleno de alegria, pero porque no lo se, me sentia alegre de que ese chico hubiera contestado eso, lo solte y seguimos caminando, su sonrojo era tal que se veia a metros de distancia, llegamos a los aposentos del papa, ahi yacian otros mercenarios muy conocidos por sus trabajos, al momento aparecio el papa y lucio se alejo de mi, el papa nos dijo que si serviamos a la iglesia en esa noble cruzada nuestros pecados serian perdonados.

Todos accedimos y nos pusimos en marcha a versalles ahi se nos doto de todo y pues pude pasar tiempo con aquel sacerdote, trate de armar platica hasta que llegamos a la posada donde nos quedariamos, ahi decidi quitarme mi ropa y quedar mas comodo, pude notar en lucio el neviosismo ya que en el ordenariato no tenian contacto intimido con nadie, decidi cubrirme un poco, acercandome a el le hable:

Oye que tienes te noto muy nervioso...

A lo que el respondio simplemente:

-solo tapate porfavor-

Decidi hacerle caso ya que habia puesto demasiado tensa la situacion la noche cayo y decidi dormir...

La Cruzada HerejeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora