La Cruzada Hereje

La Sonata de la Lujuria

Ya era de dia, el sol calaba por la ventana y lucio yacia sobre mi pecho, pense que era un sueño pero no, el habia dormido conmigo, simplemente para no molestarlo ya que era muy temprano, me deslize lenta y suavemente, sali de la habitacio y respire hondo, pense que era un sueño pero me pellizque varias veces para ver si es que aun no habia despertado, pero era la realidad, me sente y trate de despejar mi mente, las horas pasaron y cayo la tarde, debiamos puesto en marcha hace mucho pero por alguna extraña razon no queria irme de ahi, algo en mi me decia que no asi que subi de nuevo a la habitacion y para variar lucio seguia dormido, me acoste a su lado y bese su mejilla, de sorpresa reacciono, estaba sudando helado, creo que tenia una pesadilla asi que lo abraze y acaricie su cabeza, se calmo rapido, empeze a hablarle para que olvidara ese mal sueño, despues de eso nos fuimos a comer algo ya que llevavamos mucho tiempo sin probar comida, asi que salimos a dar una vuela y conseguir algo de comer fue muy agradable pasar el tiempo con alguien que no me juzgaba por mi vida o por lo que era, la noche cayo rapido asi que decidimos regresar a la posada, nos acomodamos y por una extraña razon cuando cerre la puerta, abraze a lucio por la espalda y empeze a besar su cuello, el se quedo quieto sin decir y hacer nada, pero no se notaba nervioso, era como si le gustara, asi que continue de manera mas lenta y apasionada, nuestras prendas hiban cayendo lentamente, era como si el tiempo se habia detenido, todo era muy magico, nos encontrabamos desnudos, pero por una extraña razon yo queria mas, asi que lo acoste en la cama, bese su cuerpo desde la ounta del dedo gordo del pie hasta su ultimo cabello de la cabeza, la temperatura aumentaba de manera rapida, nuestros cuerpos pedian placer, yo complacia a lucio y visceversa, de la nada un violin empezo a sonar, reconozi la tonada, era una sonata romantica, la aproveche para darle mas placer al encuentro, sabia que estabamos cometiendo un pecado mortal, la herejia, dos hombres que se aman, aunque en ese momento no nos importaba, el placer nos acobijaba en sus brazos, nos besabamos, nuestras lenguas se encontraron, jugaban al son de la sonata, la lujuria aumentaba, no pude aguantar mas, le di la vuelta dejandolo boca abajo, besaba su espalda, el se estremesia ante mis acciones, mi miembro pulsaba de las ganas de estar dentro de el, volteo a verme y sonrisa me denoto que lo queria tambien, asi que entre estimulos , mi miembro lo penetro, se arqueo al sentir como entraba, yo me sentia demasiado placentero ante eso, asi que empeze con embestidas suaves para evitar algun inconveniente, conforme las embestidas aumentaban, los dos nos encendiamos en pasion, aumente la fuerza de las embestias y el solo recitaba mi nombre, ....dante... ....dante.... eso me lleno de lujuria, sujete su cabello, en muestra de dominio, a el se le notaba que le encantaba, segui con mis acciones, la noche la lujuria y la sonata nos acobijaron, cambiamos de pose, el se subio sobre mi y empezo a moverse de una manera lenta y deliciosa, las embestidas por parte de ambos nos hicieron llegar al climax donde yo me corri dentro de el y el se corrio sobre mi abdomen, al momento cayo casi inconsiente sobre mi, lo abraze y la sonata con sus ultimas dulces notas no acobijo hasta el sueño....

....La sonata de la lujuria se habia creado entre besos caricias placer y pasion