『CAPÍTULO SEIS』

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Era casi tan obvio que JiMin se sintió imbécil al pensar que iba a ser cierto, lo bonito quedó atrás y todo comenzó a desmoronarse dentro de su pequeño corazón.

Min YoonGi no solo había llegado a adentrarse tanto a su cabeza, no le bastó solo distraerlo.
Lo enamoró, quizá fue una pequeña imprudencia de su parte, pero lo hizo.

Ahora debía pagar las consecuencias.

Y es que Min YoonGi comenzó a ganar más popularidad entre las demás ramas de la universidad, bien se podía decir que aquella "cuarentena" que le habían puesto, tras defender a la puta de la universidad, se convirtió en un recuerdo vago.

Como así comenzó la felicidad, así término. Rápido y sin esfuerzo.

El mayor trataba de estar todo el tiempo con JiMin, pero era casi imposible, los docentes pedían la atención de Min para ayudar a los novatos de su clase pues este, con el poco tiempo que llevaba en el establecimiento, se notó un talento grandísimo.

El menor ya casi se encontraba exhausto, ya no eran simples palabras, no eran pequeños empujones o golpes en el baño, una que otra imagen colgada en los pasillos, no.
Todo aquello se maximizó y comenzaron los toqueteos, las palizas, las bofetadas.

El rumor seguía en el aire, "Park JiMin se acostó con tu novio", esas eran las palabras que usaban los homofóbicos para que las mujeres fueran a darle una tanda de bofetadas y gritos.
Pero, obviamente, nadie lo hacia cerca de Min YoonGi pues quien fuera inteligente sabia que eso resultaría una paliza y quien perdería no seria él.

Pero JiMin se lo ocultaba, él nunca se lo contaba a su pálido "amigo", JiMin ni tenia la idea de qué era el para Min.
¿El beso significó algo?

Oh, claro que el pequeño hubiera pensado que sí de no ser lo que vio aquel día.

Le resultaba tan gracioso y, a la vez, tan cliché, el típico marginado enamorado del popular de la escuela y este, por arte de magia, solamente se fijó en el invisible y finalmente eran felices.

Pero él no cumplía con las expectativas del cuento de hadas y mucho menos con las de aquel chico que ahora mantenía sus labios sobre Min YoonGi y este, a su vez, mantenía las manos en la cintura del contrario.

Quizá el dolor en el pecho se hubiera evitado, era tan solo unas semanas, unos días, unas horas, unos minutos. ¿Quién le dio el derecho de amarlo? Definitivamente, nadie.
Él queria, realmente quería, pensar que el mayor lo amaba, que por fin alguien vio sus cualidades y no defectos, pero es que no tenia en cuenta que aquel beso, aquellos brazos, aquellas palabras de consuelo solo era lástima ¿Cómo no se dio cuenta antes? Era tan obvio, las miradas que el mayor le daba a aquel chico con el cual compartía amor eran significativas, eran llenas de cariño, pero las de el... solamente transmitían lástima.

El amor es ciego, el amor puede hacerte pensar que lastima es igual a cariño.

Y lo que pasó hace algunas semanas, él entendió por fin.
Min YoonGi podía aferrarse pero Park JiMin terminaria estando pendiente de él, pero como si nada, el primero podía dejarlo y el segundo, caería en desesperación.

Y el tenia razón, el era quien podría tratarlo con amor y olvido a la vez.

|⸙|ʙᴀᴅ ʀᴇᴘᴜᴛᴀᴛɪᴏɴ ¡☆! 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora