Verónica no quería seguir los pasos de las mujeres de su familia, ella no creía en los estereotipos de género, debido a esto era considerada la 'oveja negra' en su familia y le hacían burla en la escuela por usar el uniforme masculino, ella quería s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador:
El primer día de la preparatoria, para algunos un día normal y para otros una gran emoción, en el caso de Verónica; ella piensa en este día como cualquier otro, un paso más a alcanzar su meta. Pero, para Minzy, un nuevo día y nuevas cosas para hacer, su oportunidad de conocer la cultura y a las personas.
¿Qué pasará entonces?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Minzy:
Es mi primer día en la preparatoria y estoy algo nerviosa, esta preparatoria es diferente a las que hay en Corea, comenzaba a ser un día difícil por el hecho de no conocer a nadie; sin embargo, esos pensamientos desaparecieron al cruzar la puerta de entrada. Mi mirada se centró en una chica, su cabello corto hasta los hombros y porque portaba el uniforme masculino.
Permítanme detallarla un poco más. Su cabello oscuro como la noche, piel clara como la porcelana y una estatura de aproximadamente 1.70 cm.
Me acerqué a ella, pero no me escuchó llegar, puesto que llevaba unos auriculares en sus oídos; su rostro de cerca era aún más interesante y llamativo.
Unos ojos grandes color marrón, sus labios formaban un pequeño corazón, sus mejillas apenas pintadas de rosa, sus pestañas eran bastante largas y sus oídos pequeños; la hacían ver hermosa esos pequeños detalles.
Me atreví a tomar uno de los auriculares por curiosidad de saber lo que escuchaba, la chica reaccionó volteando a verme, su mirada daba un poco de miedo, pero era realmente muy linda.
— ¿Quién eres tú? — Preguntó extrañada.
— Lo siento, soy nueva por aquí. No sé cómo comunicarme con los demás — Respondí apenada por mi acción.
— No te acerques a mí — Comentó. Quitó de mi mano el auricular y comenzó a caminar.
— No entiendo lo que quieres decir con eso — Dije caminando detrás de ella.
— Simplemente lo que oíste, no quiero que te acerques a mí nunca — Mencionó un poco molesta.
Era al parecer una anti-social, pero yo quería ser su amiga y eso no me lo impediría, aunque era clara la frase “no quiero que te acerques a mí nunca” y no me rendiría tan fácilmente.
— Acepta ser mi amiga, nadie lo sabrá — Comenté con voz dulce.
— Me lo tengo que pensar, puedes resultar ser como los demás — Mencionó arqueando la mirada.
— No comprendo a lo que te refieras — Pronuncié extrañada.
— Los demás me juzgan y hablan mal de mí, por usar el uniforme masculino y no por lo que soy — Dijo.
— No tienes que preocuparte por eso, yo no soy así — Comenté con una sonrisa.
La tomé de la mano, pero no reaccionó como esperaba, volteó a verme casi de la misma manera como anteriormente lo había hecho, no me quitaba la mirada de encima y terminó por soltarse de mi agarre. Pero no entiendo ¿Qué es lo que pasa? ¿Será la diferencia de cultura? Me perdí un poco en mis pensamientos, pero era extraño.
En Corea me trataban muy cercana, mis amigas y yo solíamos caminar del brazo o de la mano en el colegio; aunque a diferencia de aquí. El colegio era exclusivamente para chicas, me salí de esos pensamientos, que eran recuerdos en realidad. Revisé el folleto de la preparatoria, había tantas cosas diferentes y que quería probar de una vez; sin embargo la hora de entrada a clases estaba determinada a las 14:00 horas, no sabía con exactitud donde quedaba mi salón.
Voltee a ver a mi acompañante y ella trató de evadir que la siguiera viendo, era gracioso en realidad, estaba por preguntarle dónde se encontraba mi salón, pero nos encontramos con un profesor que necesitaba que le ayudaran a llevar algunas cosas a la dirección.
— Ustedes dos, por favor ayúdenme a llevar esto — Comentó dándonos unas pequeñas cajas.
— Sí, con gusto — Dije.
Fui detrás de la chica para saber dónde estaba la dirección, era un lugar grande, dejamos las cajas a cargo de una de las secretarias; y volvimos a donde estábamos para encontrarnos nuevamente con el profesor que nos dio unas cuantas cajas más.
Terminamos de ayudar a dicho profesor y este nos dio las gracias, aunque el día no estaba resultando como me había imaginado; se estaba poniendo más emocionante y deseaba que no terminara.
El reloj marcaba las 14:15 y la campana aún no sonaba, no sabía en qué salón me tocaba; temía entrar al salón tarde el primer día de clases, no quería dar ese tipo de impresión al profesor que me tocara y mucho menos a mis compañeros.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⸻【❤️🧡🤍🩷💜】⸻
¡¡¡Si está historia está en otro sitio que no sea Wattpad, por favor reportar!!!