Samuel- Poco después de que deje la casa de la hermosa señorita me empecé a sentir extraño mi pecho empezó a dolerme, pero a su vez no sufría daño, que había pasado conmigo que me sucedía, jamás había sentido este sentimiento que surgía nada mas solo verla
pasaron pocos días… Samuel empezó a trabajar de ayudante de sastre gracias a Angélica y a la ropa buena que le obsequio, el lugar donde trabajaba era la sastrería mas grande de todo el pueblo y su jefe fausto era un cascarrabias de pelo blanco pero que se le podía hacer tendría que trabajar si quisiera vivir en el mundo de los humanos en el mundo de Angélica,
cuando de repente se abre la puerta y entra una señorita con un sombrero grande no se le podía ver el rostro, como ayudante le doy la bienvenida… se acerca y se quita el sombrero, esa sonrisa esos ojos era la señorita Angélica (mi rostro se ilumino como la de un niño),con una sonrisa me dijo
*veo que te va de maravilla
-si señorita Angélica todo es gracias a usted por haberme ayudado
*(sonrisa) pero, tu solo conseguiste trabajo eh
-(no puede ser estoy cada vez mas rojo, pareciera que mi cara fuera un tomate y para colmo no puedo responderle que me pasa)
Al parecer la señorita se dio cuenta de mis nervios y soltó pequeña y frágil risa que hizo que me avergonzara a un mas.
Entro el señor fausto a la tienda y me empezó a dar ordenes de mala manera frente a la señorita, (como un simple humano me da ordenes a mi aun de los ángeles mas poderosos) en fin todo eso y mas podía soportar, con tal de ver a la señorita Angélica
Al parecer Samuel empezaba a estar enamorado empezaba a conocer ese extraño sentimiento
