Capítulo 8- Obsesionada

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Las semanas iban pasando una tras otra, la rutina se instauró entre ambas sin que esta turbara sus momentos de paz, su perfecta sintonía.

Camila adoraba salir de las prácticas y caminar a paso seguro a la facultad de historia donde, en ocasiones, Lauren la esperaba frente a su moto tranquila y en otras tenía que aventurarse por los pasillos, ya conocidos para ella, para recogerla en el despacho donde aun estaba enfrascada corrigiendo trabajos.

Algunos días sus encuentros solo duraban unos minutos, un largo beso intercambiado y dulces palabras, mientras otros la jornada se alargaba hasta entrada la noche y las encontraba juntas, en silencio o charlando animadamente sobre asuntos sin más trascendencia que una simple discusión.

Lauren  no podía evitar atesorar los momentos que ambas compartían, buscando en el rostro de Camila comprensión, un despertar que se le antojaba demasiado largo aunque tampoco le era extraño, en el nuevo mundo escéptico en el que vivían las murallas de la morena eran difíciles de franquear. No se impacientaba, no era necesario, sabía que despertaría en algún momento, que sus almas se unirían una vez más puesto que Camila, sin ser consciente quién habitaba en su interior, ya la amaba con una fuerza arrolladora difícil de explicar.

Cada vez más enfrascada en sus estudios, apenas tenía tiempo para pensar en las historias que Lauren compartía con ella, su relato sobre ese amor que trascendió en el tiempo… Los escasos momentos que pasaba junto a su ojiverde, se veía enfrascada en sus apuntes sin prestarle atención, aunque Lauren jamás se quejaba por ello, guardaba silencio permitiéndole estudiar, ojeando páginas de un libro tras otro, cocinando para ella ya que a veces se olvidaba de que tenía que alimentarse y robándole un beso cuando menos lo esperaba, provocándole sonrisas y sonrojos.

Se sentía demasiado bien con Lauren Jauregui  revoloteando en su vida, se sentía completa, feliz, ella la llenaba como nunca antes lo habían hecho, sus inmensos ojos verdeazulados, su tierna sonrisa, su voz dulce y suave, sus caricias, sus besos, toda ella en conjunto le gritaba que estaba en casa por lo que no le fue difícil trasladar su rincón de estudio al apartamento de la joven.

Siempre que podía hablaba con su madre. Ally era paciente y atenta con cada duda o miedo que Camila pudiese experimentar puesto que, a pesar de haber tenido pareja anteriormente, jamás se había sentido tan unida a alguien en tan poco tiempo. Los consejos de su madre arrojaban luz en medio del caos que era su mente, empujándola siempre a luchar por lo que creía correcto, por ese amor que crecía demasiado deprisa en su pecho al que, poco a poco, había dejado de temer y había decidido abrazar con fuerza.

Sobre la cama de Lauren con los apuntes en la mano, enfrascada en su meticuloso estudio, no se dio cuenta de que la joven la miraba desde la puerta hacía ya unos instantes, sonriendo conmovida ante la belleza de Camila y sin poder evitar pensar que ese día ya hacía un mes desde que se habían besado en el campo de manzanos.

Con cuidado se deshizo de sus zapatos, deslizándose sobre su colchón para colocarse a su lado, sobresaltándola al notar como este cedía bajo su peso, regalándole una radiante sonrisa pues adoraba sentir cerca a su ojiverde en todo momento.

Lauren no dejaba de escrutarla, intentaba perderse entre las palabras de la Ilíada pero le era demasiado difícil, sus ojos se perdían en el contorno de Camila, es sus facciones, en cada arruga de expresión, era tan bella que encogía su estómago, era perfecta… Aunque fingía no darse cuenta, la joven morena sentía la mirada de Lauren sobre ella como un aguijón, provocando que le temblaran las piernas y su rostro se cubriese de rubor, estaba completamente enamorada de ella y lo sabía, no quería negárselo a si misma por más tiempo.

Sintiendo que el silencio se le hacía demasiado pesado, cogió un almohadón estrellándolo sobre la cara de Lauren, provocando que esta saltase sobre el colchón y sus ojos la taladrasen ya que no podía parar de reír.

MIL VIDAS PARA AMARTE  ||CAMREN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora