capítulo 8

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Estaba pensando en mi  cuarto las cosas que me dijo helen hace un rato,le gustaba mi aspecto y mis ojos,nadie,absolutamente nadie me había dicho que era atractiva por mi rostro.

Hola ester -dijo helen tocando la puerta y entrando en mi cuarto.

Hola bloody - dije sentada sin mirarlo,estaba nerviosa y no sabia porque.

He preparado unas costas para mejorar tu pulso ¿te apuntas?-dijo ladeado la cabeza penetrante mi alma con sus ojos azules.

Helen......eso no se puede curar - dije triste,pero helen me cogio como un saco de patatas y empezó a hacerme cosquillas.

Jajajaja..bájame. .. .Jajajajja..que...Jajajaja no puedo - pero era inútil y me sentó en una silla en la que la mesa había un pinzel y sangre con grumos de intestinos,me puse más nerviosa.

Helen,esto no me ayuda mucho la verdad-dijo mirando de reojo a helen.

Oh vamos inténtalo - y me cogio las dos manos animándole y haciendo que me sonrojase.

Es-es-ta  bien-dije nerviosa y trate de concentrarme para no mover el pincel pero era imposible,nada más coger lo empezaba a vibrar como un teléfono.

No te esfuerzes en no moverlo,relájate y cuando sientas la oja de papel en contacto con el pincel...déjate llevar.-hice lo que me pidió y efectivamente,cuando sentí el papel suave y liso,quieto y yo con trazadas perfectamente dibujadas en forma de ramificaciones de flores.

Lo ves como cuando quieres puedes - y me puso su mano en la cabeza despeinado me un poco.

Olle¡¡-y le perseguir por la habitación riéndome con el,no había tenido un amigo más agradable en mi vida.



¿Mi amado pintor de sangre? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora