No lo vi durante los dos días seguidos, pensé que quizás lo había asustado, pero a un miembro de la mafia no se le deja hacer lo que su voluntad, así que era bastante seguro que debía aparecer en cualquier momento, por dios que sentía una gran ansiedad por encontrarlo por ahí, y aunque no fuera para pasar un buen rato sí que tenia curiosidad en saber cómo le harían aprender las cosas que un mafioso debía saber, quizás podría ver cómo le daban una buena paliza o ver su cara al tener el honor de matar por vez primera a alguien. Aunque no fue así. Cuando abrí la puerta de la bodega de armas lo vi, estaba parado de pie, eran casi 10 hombres los que estaban alrededor de él... tirados sobre el suelo algunos jadeaban de dolor los otros estaban completamente inconscientes, Kouyou se acercó para poner de nuevo ese largo saco sobre sus hombros, luego Mori para palmar su hombro en señal de aprobación. Era más fuerte de lo que parecía.
-Dazai-kun lo siento, no tuve tiempo de decirte que había llegado, pero ¿Qué te parece?- Me preguntó mientras señalaba a los hombres que habían caído –Parece que tendrás un buen compañero- Decía mientras se dirigían a la salida que se encontraba en mi dirección, a lo que al pasar junto a mi palmeó mi hombro con su mano.
"Lamento haber sido algo duro con ustedes, les pido una disculpa, hicieron un buen trabajo"
Escuché decir de Chuuya, después de que Mori y Kouyou habían dejado el lugar, él se dedicó a levantar a cada uno de los hombres que había dejado en el suelo, a los inconscientes les acomodó algún objeto pequeño que sirviera de cabecera.
El pequeño hombre aún no tenía idea de lo que era ser un mafioso, alguien que fuera de esa forma no tendría un futuro dentro de una organización como la mafia portuaria. Cuando todos los hombres que se encontraban consientes habían salido también pude hablar.
-¿Qué crees que haces?- Le dije, despectivamente.
-Cierra la boca ¿empezarás a hablar después de que se han ido? No puedes ser capaz de decir lo que piensas frente a ellos ¿verdad?-
Estaba irritado, sin embargo, decía la verdad. Yo no era tan malo como pretendía, ir por ahí diciendo cosas que podían molestar o herir a los que se encontraban por debajo, no era algo que me agradara a hacer, ni mucho menos me traería paz conmigo mismo.
-¿Acaso vas a comportarte como una enfermera con cada enemigo de la mafia que te manden? Eres más inexperto de lo que pensé, deja que se queden en el suelo ¿piensas que ellos hubieran tenido piedad de ti? Obedecen las órdenes de Mori, si no fueras capaz de defenderte serías tú el que estuviera inconsciente sobre el suelo-
Antes que recibir una respuesta, fue la paliza que me dio después de hablar de más. Desperté y lo primero que fui fue la pared blanca, giré mi cabeza un poco para ver a Chuuya sentado justo al lado de mí, yo estaba en una camilla. Me dolía el cuerpo y tenía unas cuantas vendas más en el brazo y sentí el yeso inmovilizando mi pierna, por el dolor, solté un quejido, lo que llamó la atención del enano de sombrero.
-¡Dazai! ¿Te sientes bien?-
Cuando me preguntó eso yo aún no había terminado de analizar la situación muy bien, por lo que contesté –No del todo- Aunque luego recordé como me había golpeado con el puño y luego cuando traté de levantarme me había dado varias patadas hasta que quedé inconsciente -¿Por qué no terminaste?-
-¿Eh?- dijo confundido.
-¿Por qué no me mataste?- Le pregunté enojado.
Se pego la cara con la palma de la mano, susurrando algo que no alcancé a escuchar muy bien, pero que incluía la palabra "idiota". Luego dio un suspiro.
-Lo siento- Dijo mientras se rascaba la nuca –No quería hacerte daño, siento que me dejé llevar por el enojo- He hizo una pausa –Así que como rompí tu brazo y tu pierna, te ayudaré a hacer lo que tengas que hacer durante unos días-
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Gracias por leer! <3 :)
♙☯♟Kah Ane
