Un vampiro y un humano ver. 2 - Yoonmin.

Capítulo 1 ; ¿Casualidad?.

*PovJimin*

—¡Yas! Son las 3 am, una hora perfecta para ir por la cena.—Sonreí coquetamente arreglándome el cabello.

Abrí la ventana de mi cuarto para transformarme en murciélago y salir de ahí; todos los días salía a la misma hora por comida, pues, usualmente los humanos está durmiendo a esa hora y es mucho más fácil tomarlos adormilados o atontados.

Vivo actualmente en un pueblo, que tan sólo tiene una preparatoria donde por obligación de mis padres debo asistir.
Nunca pensé que conocería a otro tipo de personas que se podían transformar o algo parecido, realmente me sorprendió.

Ahora que recordaba, dos chicos se mudaron recientemente a este pueblo.

—Mh, algo nuevo..

Mi curiosidad me llevó a aquella casa donde estaban todas las luces apagadas o aquello parecía.
Me asomé en una de las ventanas del segundo piso, que por suerte estaba un poco abierta.

Vi a un chico pegado al computador, ¿hasta estas horas?, dios mío.
Reí un poco y luego negué pasando a adentrarme a la habitación, manteniendo mi forma de murciélago.

Iba a volver mi forma humana, pero el tipo se levantó del asiento frustrado o algo así, ya que, golpeó el teclado. Posteriormente, se tiró de espaldas a la cama cerrando sus ojos.

Era mi oportunidad, sí que lo era.

—¡Puta mierda! Como tan idiota.—Gritó enfurecido y seguí en mi rincón.

No iba a estar en tal transformación así que volví a mi forma de vampiro.
Miré al chico quién aún tenía los ojos cerrados, y me encaminé hacia él tratando de hacerlo con cuidado, sin embargo, torpemente me tropecé con uno de los cables que había en el suelo.

—¡AAAAAAH! —Chillé; era una vergüenza como vampiro.

—¿Eh?—El contrario justo había abierto los ojos, por lo que, se encontró con mi rostro muy cerca del suyo.

—Y-yo..

—Esto..—Aquel levantó una ceja escaneando mi rostro con sus profundos ojos.

Sentí un ardor en mis pómulos y no sabía que era aquello, pues, jamás había experimentado eso, tampoco podía controlarlo.

—Yo..yo..—Comencé a tartamudear y me levanté rápidamente tomando un largo suspiro.

—No sé como has entrado aquí, te pido que te vayas por favor.

—Sh..—Le sonreí de lado mostrando uno de mis colmillos para luego subirme sobre él.

Aquel se había dado cuenta al parecer, de mi procedencia pues sus nervios se hicieron presentes.

Me relamí los labios, fijando mi vista en los de él y pude leer su mente.

«Joder, que ganas de besarlo y ni lo conozco.»

—A-ah..—Nuevamente sentí ese ardor y me bajé de él.

—Oy..