La Historia de Miguel

Capítulo 1: Clases

 Estaban empezando las clases, era  una gran emoción y estaba a punto de volver a ver después de un tiempo a mis mejores amigos, Editza y Enrique, ellos siempre me acompañaban, sobre todo Editza, Enrique estaba pendiente de otras cosas, pero no dejaba de ser mi mejor amigo.

Ya estaba entrando al colegio, y vi a Editza y a Enrique conversando.

-¡Hola! me saludaron.

-¡Hola! Respondí con un gran abrazo a ambos

-Hoy es una nueva etapa, otro año distinto, hay que esforzarnos más! Dijo Enrique.

-Eso es cierto, sobre todo ustedes, que ya están pasando a 4to año. Replicó Editza.

-¡Buaah!, Cómo ha pasado el tiempo. Dije sorprendido,

-¡Riiiiing!

-Bueno Editza, nos vemos! Dije.

-Adiós Chicos. Dijo Editza.

 Noté que Enrique no se despidió, y vi que se quedó viendo a una muchacha de cabello amarillo, era alta y tenía una forma de vestir muy buena, y aparte se veía como si tuviera mucho dinero.

-Tierra llamando a Enrique, respondan. Dije en tono de broma

-Perdón, jeje, es.. que estaba pensando en unas cosas. Me dijo nervioso.

-Claro, estabas pensando en esa chica!-Le dije burlón.

-¡Cállate! Mejor vamos a clases, ya se está haciendo tarde.

Pasamos 4 horas en clases, y antes de irnos, el profesor dijo:

-Oigan, tengo un aviso importante. El lunes habrá un recorrido por la base militar y tecnológica ARES, compórtense bien, ya que estará todo el colegio, y esa base pertenece al gobierno.

-Increíble, ojalá que no se te ocurra nada extraño. Le dije a Enrique.

-Rayos, creo que no puedo ir, tengo que asistir a la primera comunión de mi hermana. Me dijo con una cara de tristeza.

-Bueno no importa, yo te avisaré de todo lo que pase. Le dije.

-Los de allá atrás, ¡Silencio! Dijo el profesor.

-¡Riiiiiiing!

 Cuando me iba a mi casa, pensé en que pasaría si pudiera tener superpoderes, como Superman, o como Flash, o como los dos juntos.

-Hola mamá, saludé mientras iba a mi cuarto.

-Hola cariño, ¿Cómo te fué?

-Bien, nada fuera de lo normal. El lunes iremos a ARES, la base militar y tecnológica del gobierno.

-Oh, que bueno, ojalá les vaya bien. Respondió mi mamá alegre.