Capítulo 3: Poderes

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Me regresé rápidamente al grupo, me perdí un solo experimento, pero no importaba, fuí a donde estaba Editza, y me vió la venda en mi mano.

-¡Miguel! ¿Qué te pasó?

En ese momento no supe que decir, no debía decirle que me corté ahí, porque después se pondría muy molesta, así que pensé rápidamente que decirle

-Es que... Ehhhh... me dieron ganas de ir al baño después de ir al sitio donde fueron los señores, y.. el espejo estaba roto, sin darme cuenta toqué un pedazo que estaba en el lavamanos y ehh... me corté!

-Ah, claro, una vez le pasó a mi mamá. Me respondió un poco dudosa.

~¿Cómo rayos se creyó eso? ~

Había un experimento en el que estaba una araña la cual la expusieron a un nivel de radiación muy alto, esta araña tenía 8 ojos, y 10 patas, normalmente una araña tiene 8 patas, y de 2 a 6 ojos. No faltó el cómico de la clase...

-¿Es como la araña de spiderman?

Inmediatamente todos se rieron, menos yo, ese muchacho era muy molesto, no me agradaba en lo absoluto.

Ya nos ibamos al colegio en el autobús, para volver a casa, y fuí el ultimo en entrar, de nuevo, pero esta vez no me perdí el autobús jajaja. Cuando estaba caminando, varios puestos habían cambiado, pero Verónica seguía en el mismo sitio, y además, me guardó el puesto. Me sonrojé mucho, eso no pasaba muy seguido.

-¡Ven, te guardé el puesto! Me dijo con una sonrisa

-Ohh... eehh... gracias. Le respondí nervioso

En ese momento me senté y me puse la capucha de mi chaqueta, ya que estaba tan rojo como un tomate.

-Oye, ¿Por qué te pones la capucha?

-Ehh.. , quería dormir un rato, el viaje es largo, no? Le dije nervioso, y sonrojandome aún más.

-Tienes razón...

Luego, llegamos a la escuela, y ya me iba, entonces escuché que gritaban mi nombre, con una voz que reconocí casi al instante

-¡Miguel! ¡Miguel!

-¿Qué sucede Verónica? Pregunté asombrado

-Gracias por hablarme, soy nueva y no conozco a nadie aquí. Me dijo y me dio un abrazo

-Ehhh.. claro.. tranquila..

Me estaba hiendo, pero un impulso de querer conocerla más me hizo llamarle

-¡Verónica! ¿Me puedes dar tu número?

-Ehh, claro!, ¿Por qué no?

 Me dio su número y me fui a casa. Al llegar, traté de ocultar mi mano derecha, que era la que tenía la cortada, y saludé a mi mamá. Subí rápido a mi cuarto, dejé el bolso y fuí al baño para lavar la herida. Al quitarme la venda, vi que la cortada ya no estaba, y me impresioné, pero no le presté mucha atención, ya que me estaba durmiendo. Pasé toda la noche pensando en Verónica, ¿será que me gusta? No.. no puede ser, solo la conocí hoy, no.. *me quedé dormido*

 Al día siguiente me desperté, me dí un baño, me vestí con mis vans, unos jeans y mi chaqueta, tomé mi bolso, desayuné y me fui a clases. 

En el camino estaba pensando en lo fácil que sería llegar al colegio sin caminar, y me imaginé llegando a la entrada del colegio, y de repente una luz verde intensa me rodeó todo el cuerpo, tuve que cerrar los ojos, era mucha luz, y temía quedarme ciego. En un momento no sentí mas brillo, y abrí mis ojos, luego vi que estaba en la entrada del colegio.

-¿Qué rayos? ¿Co.. cómo hice eso? Me pregunté 

-¡Hola Miguel! Me saludó Editza

-Ehh.. Hola Editza..

-Hola Miguel! Editza me contó que hiciste una locura allá en ARES. Dijo Enrique

-Si.. jajaja, pero no era nada raro, era normal, en la caja no había nada. Dije ocultando la verdad

-Oigan, cambiando un poco el tema, me pasó algo raro, de hecho, muy raro.. Estaba viniendo al colegio y me puse a pensar en la entrada del colegio, y de repente aparecí en la entrada. Dije muy seguro

-Si claro, ya te creí. Dijo Enrique

-Si es verdad demuéstralo. Dijo Editza

-De acuerdo, se los muestro después de cla..

-¡Riiiiing!

 Cuando entré al salón vi que Enrique estaba sentado al frente de mi, y Verónica estaba justo al lado, en eso, la saludé inmediatamente

-¡Hola Verónica!

-Oh, hola Miguel.

 Llega el profesor y empieza a dar la clase.

Terminó la clase y Enrique, Editza y yo nos encontramos en la entrada del colegio

-Oye Miguel, si es verdad lo que dices, vamos a la construcción que está cerca de mi casa, así podremos ver si es verdad o no...

Fuimos y  me puse a correr al rededor de toda la construcción, y no me cansaba, luego di un salto y salté muy arriba, me asusté y cerré los ojos, pero cuando caí, no me dolió nada, y seguí, hasta que Editza dijo:

--Oye, ¿No te podías teletransportar?

-Ups, si es cierto, ya se los muestro

 Pensé en la parte más alta de la construcción, y la luz verde me rodeó denuevo, cerré los ojos, desapareció la luz verde, y antes de abrir los ojos, escuché como Editza y Enrique gritaron asombrados...


La Historia de MiguelWhere stories live. Discover now