La Historia de Miguel

Capítulo 2: Nueva amiga.

 Hoy es lunes, ya vamos a ARES, tengo emoción, intriga, de todo, quiero ver que hay ahí.

Estaba llegando al colegio, para montarme en el autobús con el resto del grupo e ir a ARES, pero de repente el autobús cerró sus puertas, y estaba arrancando, vi la hora: 7:15 a.m, demonios, iba tarde. Corrí con todas mis fuerzas, aunque no era muy bueno en educación física, y estaba alcanzando el autobús, sentí que mis piernas no daban, corrí dos calles, vi una roca en el piso y la tiré al autobús, el conductor no prestó atención y siguió, hasta que llegó a un semáforo en rojo, corrí con ganas y toqué la puerta, el conductor me vio y se rió, yo me avergonzé un poco y me abrió la puerta.

Cuando entré vi que casi todos los puestos estaban llenos, pero uno estaba vacío, cuando vi quien estaba sentado en el otro puesto, era una chica,  era muy hermosa, pero era nueva, entonces decidí que hablaría con ella, para que se sintiera bienvenida.

-Hola, ¿puedo sentarme? le pregunté.

-Ehh, claro, creo que es el único que queda. Me respondió

-Mucho gusto, ehh, me llamo Miguel, ¿Cómo te llamas? le pregunté un poco nervioso

-Gusto en conocerte, me llamo Verónica.

-Lindo nombre. Le dije un poco sonrojado. ~Ojalá no vea que me sonrojé~

-Gracias, siempre quise tener un amigo que se llamara Miguel.

 En ese momento me sonrojé tanto que parecía tomate, no lo podía creer, hice una amiga, y era muy linda.

Me quedé pensando que si Enrique hubiera venido, me hubiera guardado un puesto, de no ser por esa chica rubia, jajaja. 

-¡Llegamos! dijo el conductor.

 Me llené de alegría, iba a conocer ese sitio, iba a ver que hacían, simplemente no creía que eso iba a pasar.

 Al asomarme por la ventanilla, vi a militares entrenando, haciendo ejercicios duros, trotando, saltando. ~Eso no está hecho para mí~ pensé.

 Entramos, y al primer sitio que fuimos era el sitio de entrenamiento, todos los guardias eran muy fuertes, y repetían la pista de entrenamiento hasta 4 veces.

 Luego fuimos al laboratorio, y ahí vino lo interesante, experimentaban como con el Capitán América, solo que lo hacían con animales, los animales se volvían muy fuertes.

 -Como hacen que no los ataquen? Pregunté intrigado

 -Nosotros los experimentamos en habitaciones especiales, con cristales anti balas, y la habitación tiene una cámara, para que podamos ver mejor sus movimientos. Dijo el científico que nos estaba guiando

-Woow. Dije impresionado.

-Sigamos.

 Vi a dos hombres, parecían militares, pero llevaban traje, y no estaba muy seguro de si eran o no eran militares, lo que me interesó fue lo que llevaban, tenían una carretilla con una caja. ~Si no la llevaban en sus manos entonces es muy pesada~ Pensé rápidamente 

 Llamé a Editza.

-Psstt, ¡Editza!

-¿Qué quieres? Me preguntó con fastidio.

-Vi a dos hombres con traje, llevan algo interesante, voy a seguirlos.

-¿¿¿Qué??? Me preguntó sorprendida

-Es que quiero saber, sabes que soy muy curioso.

-Aggh, está bien, solo trata de no meterte en líos. Dijo con un tono un poco molesto.

 Los seguí discretamente y entraron a una oficina con una puerta de metal, yo estaba con la cámara que me había prestado mi mamá, tenía la función de ver el calor, era muy buena.

 En fin, cuando vi, cerraron la puerta, ~Rayos, ¿ahora como entro ahí?~ Me pregunté. Recordé que si usaba la cámara de calor, podía ver cuales eran los botones mas usados,

- A veer... 7..2..1..7 ¡Perfecto!

 Abrí un poco la puerta, y vi como los dos señores que había visto entraron a otra habitación diciendo que iban a hablar sobre lo que llevaban, y vi que dejaron la caja con la carretilla, entonces entré decidido, no habían cámaras, así que continué, cuando abrí la caja, vi que había un líquido verde dentro de un frasco, y cuando lo tomé, sentí que vibraba, luego pensé: ~¿Tanto misterio por esto?~

 El frasco vibraba mucho y me estaba temblando la mano, no podía resistir con ese frasco mucho más, así que lo iba a meter de nuevo en la caja, pero justo se cayó, el frasco se rompió, y traté de buscar otro frasco y meter el líquido en el otro frasco, pero me corté la mano, y al cortarme me entró un poco del líquido ~Ojalá no me pase nada~ Pensé.

Saqué de mi bolso unas vendas que tenía, y me vendé la mano.