Lo último que recuerdo fué verme en el espejo, pero del otro lado no era yo completamente; tenía el pelo blanco, los ojos cristalinos, los labios con un tono azul pálido y un vapor salía de mi cuerpo, del mismo que sale en los aparatos de refrigeración. Sólo míreme, soy todo lo contrario a lo que ví. Luego de eso sólo tengo pequeños flashback del espejo roto y ensangrentado, mi madre corriendo y haber escuchado una risa burlesca con un eco seguida de ella. La cara del siquiatra parece totalmente desconcertada y mi madre sentada a mi lado no puede creer lo que estoy diciendo. Alexander, a partir de hoy te tendremos que internar en este establecimiento, queremos ayudarte a superar todo y como no, queremos que sepas que estas en buenas manos y no tienes que temer nada aqui.
¿Qué pasará con mi vida cuando me instale en este lugar?. No se que sucedió exactamente, o más bien, nose por qué sucedió.
-Xander, cariño, ire directamente al grano- dice mi madre como si hubiese aguantado el hablar hace horas- ¿Por qué intentaste terminar con tu vida?, quiero decir, perdon por no poder estar pendiente y no darme cuenta que estabas deprimido, sólo dile al doctor por qué lo hiciste, ¿Connor tuvo que ver en todo esto? Porque hasta donde sé ustedes estaban bien.
-No mamá, no intenté nada, solo nose que acaba de pasar...¿Qué pasará con mi vida doc?. ¿Dejaré el colegio?, ¿Que pasará? -pregunto intrigado
-No te preocupes, este centro te dará los conocimientos necesarios según el curso en el que vayas - me explica el siquiatra - esperamos que puedas hacer amigos aqui dentro, apoyarse mutuamente y superar lo que lamentablemente paso.
Miro a mi mamá, su cara es una mezcla de tristeza y confusión.
-Te vendré a ver todos los días y le diré a Connor que venga un par de veces también, ¿Estás de acuerdo?- dice ella.
Nose que contestar, mi cerebro aún no relaciona nada, asi que la miro con aprovación. El siquiatra se levanta, camina a la puerta y me dice que me llevará a mi nueva habitación y junto a mi madre lo acompañamos. Pasamos por una sala donde hay muchos niños pequeños jugando y algunos especialistas tomando nota y viendo lo que hace cada uno, en la siguiente sala hay jovenes mas grande, como de mi edad o incluso un poco mayores, ellos estan mas tranquilos, aunque es un poco obvio, todos agrupados por unas mesas de ese lugar, parecen bastante normales para estar en un lugar que aunque no les guste admitirlo es para gente que no piensa que la normalidad que esperan que tengan, un poco a la distancia, en un sofá, hay un muchacho, tiene una mirada intimidante, está alejado de los demás, si intimidar a la gente es lo que quiere, conmigo lo logro totalmente
¡Hunter, tu turno! - dice una especialista y el chico del sofá se levanta y va hacia donde ella, no parece gustarle el estar en este lugar. Logramos pasar la sala y llegamos a un pasillo con muchas puertas con números en ellas, nos detemos en una con el número 144, el siquiatra la abre; una cama, un velador y nada más. No ventanas, no vista al exterior, entro y me entra una sensacion de frio desde el fondo de mi cuerpo.
-Bueno, Alexander, esta es tu habitación, tu madre traera tus cosas y así ya estaras oficialmente instalado en este lugar, los dejo despedirse, cualquier cosa que necesiten, estaré en la sala anterior a esta.
Mi madre me abraza y sus ojos se llenan de lagrimas.
-Solo quiero que sepas que este lugar es el indicado para ayudarte, te quiero mucho hijo, nunca lo olvides, solo quiero lo mejor para ti - dice mi madre
Nos abrazamos un rato más, me besa la frente y se va. Me siento en la cama y me recuesto hacia atras, mi mente aún tiene esos flashback, espero poder superarlos pronto, por el momento no paro de preguntarme porque me vería de esa forma en el espejo.
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Anomalía
FantasyAntes de la descripción, quiero dejar en claro que los personajes están inspirados en personajes de series que me gustan, aun así, tratare de que la historia en si sea lo mas original posible. sin mas que decir, vamos con la descripción: Alexander e...