Rizos tan preciosos como el ámbar,
Acumulados en un mar de poesía,
Donde nace la flor de loto, la belleza viva en el mar.
Melódica voz que tranquiliza los mares,
El murmullo del viento en nuestros oídos,
Que tranquiliza el peor de los estruendos.
Gemas tan preciosas como el ámbar,
Luz tan brillante que refleja el alma,
Donde la quietud permanece en silencio.
Frida, si montañas tengo que alcanzar,
Para contigo poder estar,
No dudes que te iré a buscar.
- P. Gabriel.
YOU ARE READING
Del color del alma, al dolor del corazón.
PoesíaReuniré cada uno de mis poemas y relatos, del corazón al sentimiento, y así poder llegara cada uno de ustedes al fondo de su corazón. No es para nadie ni para quien.