Capítulo Uno
Eran las 10 am y yo aún seguía recostado en mi cama. Hoy era sábado por lo que no tenía que preocuparme de la Universidad. Miraba techo blanco de mi habitación ya que no tenia mayor entretención.
Cerré mis ojos, disfrutando del silencio que había hoy, aún con los ojos cerrados, llevé mis manos hasta mi nuca y las dejé reposar ahí.
Comencé a inhalar y exhalar lentamente, volviendo a caer en un pequeño sueño, pero desperté por un desagradable olor. Me moví incómodo por el olor, por lo que decidí abrir los ojos para saber que era lo que producía aquella peste.
Al abrir mis ojos, me tope con unos ojos brillantes que me observaban atentamente. Traté de ignorar aquella mirada, pero me era imposible, ya que la cosa que me miraba era la que soltaba aquel asqueroso olor.
Aguante mis deseos de vomitar y empuje a la cosa que estaba sobre mi, para luego ponerme de pie a la velocidad de un rayo y caminar hasta mi baño.
- Se que me puedes ver querido - Dijo esa cosa siguiendome el paso -Así que no intentes ignorarme.
Cerré la puerta del baño, ignorando la cosa que me venía siguiendo. Saqué mi cepillo dental al cual le unte un poco de pasta dental. Lleve el cepillo hasta mi boca, y comencé a pasarlo por mis dientes. Escupí la espuma que tenía en la boca y al momento de mirar a mi espejo, veo el reflejo de la cosa que me estaba siguiendo. Por autoreflejo le lancé un golpe en la cara, dejándolo tirado en el piso.
–¡Hey! Idiota. ¿Porqué me acabas de golpear?
–Porque me acabas de dar un susto de los buenos y además me estabas acosando.
– ¡Yo no te estaba acosando! – Dijo aún gritando desde el piso – Además creo que me rompiente la nariz. ¿Acaso no te enseñaron a no golpear a las mujeres?
Veo a la cosa tirada en el piso, y puedo corroborar que es mujer, ya que llevaba un ridículo vestido, como los que ocupan las muñecas de porcelana.
– Bueno, déjame decirte que tu dejaste de ser mujer hace mucho tiempo, ahora eres una fantasma, así que tengo todo el derecho a golpearte si me da la gana. Así que será mejor que te vayas de aquí antes que te rompa algún hueso – Digo tomando posición dispuesto a golpearla.
– ¡No! Tranquilo, yo ya me voy. Sólo ayúdame a ponerme de pie - Dice estirando su mano para que la ayude.
– Lo siento fantasmita, pero tu solita te tendrás que poner de pie. Tienes exactamente dos minutos para largarte o te juro que te hago cenizas a golpes.
Esta refunfuño un minuto, dándome miradas de odio para luego comenzar a desaparecer hasta que no quedó nada de ella.
Sonreí complacido al ver que se había ido. Ya no tenía sentido irme a la cama, así que decidí por bañarme, y realizar mi rutina de todos los días.
Una vez me había duchado, comencé a preparar mi desayuno, que consistía en unos huevos con tocino, unas tostadas y un vaso de jugo de naranja recién exprimido.
Les contaré un poco sobre mi, comencé a ver fantasmas desde pequeño y estos me atormentaron hasta mi adolescencia. Ahora que soy un poco más maduro estaba necesitado de dinero, así que comencé a golpear fantasmas cuando lo necesitaba...Claro, solo a los débiles.
Mi meta es llegar a reunir 30 millones de dólares, para un plan que tengo preparado. Ambicioso dirán ustedes, pero sólo yo se que es para mi benéficio.Estaba dispuesto a sentarme a comer mi desayuno, pero el timbre de detuvo. Deje que siguiera llamando al timbre unos minutos más, para ver si así se aburría y se iba, sea quien sea.
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¡A Pelear Fantasma!
Fanfiction¿Qué pensarían si les digo que alguien está enamorado de un fantasma? Dirían que estoy completamente loca. No los culpó, incluso yo pensaría eso. Pero, esto es real. ¿Qué hay de malo en enamorarse? ¿Quién nos dice de quien nos debemos enamorar? ¿Qu...