27

2.6K 179 65
                                    

Jennie:

Nos encontrábamos en una de las habitaciones privadas del club, luego de encontrarlo hablando animadamente con su amiga, prácticamente lo arrastré aquí, tomándolo de la muñeca discretamente pasando desapercibida por el la cantidad de gente que había en la fiesta.

La habitación era pequeña y muy poco iluminada por unas luces violetas. Estaba decorado con cuadros llamativos y debajo de una pequeña ventana se encontraba un sillón y una mesa de color negro que resaltaba gracias a las paredes blancas.

Él se encontraba sentado en el sillón y yo parada al frente suyo.

Su mirada se fijó en mí, intentando descifrar lo que pensaba.

Suspiró y rompió el silencio — ¿Empezarás a hablar?

— Si — Suspiré y me senté a su lado — Estoy un poco insegura...

Se cruzó de piernas sin dejar de verme — ¿Sobre qué tema? Si es por lo de Suran solo es un-

Lo interrumpí — No es por ella — Desvíe la mirada — ¿Recuerdas sobre la propuesta?

— ¿Qué propuesta? — Reiteró confuso.

— La que me hiciste antes de venir para aquí — Sentí como mi cara se empezaba a calentar — Lo de pasar la noche juntos.

— Oh — Soltó confuso — ¿Estás insegura de pasar la noche conmigo?

— Mmh — Murmuré —Es por lo que podamos llegar a hacer — Lo miré — Tengo un poco de miedo, es obvio que no solo vamos a dormir ¿verdad?

Sonrío y me abrazó — ¿Acaso puedes llegar a ser más linda, mi dulce Jennie? — Besó mi cabeza — ¿Qué te preocupa?

Me escondí contra su pecho — Tengo miedo de que esto no funcione — Confesé — Y además, es la primera vez que paso la noche con un chico.

— Esto va a funcionar — Declaró seguro — Porque tú y yo lo haremos funcionario, sea como sea — Me sonrió — Y si no estás preparada, no voy a presionarte, ni siquiera estaba pensando en eso. Solo quería dormir abrazado a ti.

Si antes estaba ruborizada, ahora soy un tomate.

¡Había confundido todo! Las chicas son más mal pensadas que los hombres.

— Y-yo — Apreté su brazo — ¡He confundido todo!

Se quejó por el dolor — Auch, tranquila gatita. Pero si quieres, no voy a oponerme — Se encogió de hombros y rió — Salgamos de aquí.

Me tomó de la mano y salimos de la habitación hacia la fiesta.

             ---------- 🌳--------

— Así que... — Dije una vez dentro de su habitación — ¿Le has pedido a las chicos que te dejarán la casa sola por ésta noche?

— Si — Se sacó la chaqueta — Y todo le día de mañana, de obsequio de cumpleaños.

— Genial — Miré al rededor, observando detalladamente su habitación — Pensé que tu habitación iba a estar repleto de parlantes.

for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora