Parte I

2.1K 204 13
                                    


Narrado por He Tian

Todos tenemos un ángel, que nos cuida, nos guía o simplemente nos observa; estando al pendiente del momento en que podamos caer y nos cueste levantarnos... siempre consideré que eran inventos de las personas para "tapar" lo vacíos y solos que se sentían; bueno... si me preguntan ahora, pues...

Un día

¿Se han despertado sin ganas de hacer absolutamente nada en donde tenemos sólo la energía necesaria para respirar, simplemente porque tu inconsciencia tomó las riendas de tu cuerpo?, bueno así me sentía antes; por ciertas circunstancias que aún desconozco, pasé de tener una vida totalmente solitaria - podríamos decir "gris"-, a una con compañía - y por qué no aceptarlo- alegría. El simple hecho de molestar a Jian Yi en los recesos con su inseparable amigo Zhan Zheng Xi, generó un cambio en mi; ahora bien, quien hizo cuestionarme muchas cosas y picar peligrosamente mi interés, fue el pelirrojo, empecé a observarlo más de lo que hubiese querido, mis ojos lo encontraban mucho antes de que mi cerebro se percatara de su presencia; me molestaba, me irritaba (no saben cuánto); ésta estúpida manía que empezaba a adquirir, hasta que decidí acercarme; me parecía divertido verlo con miedo cada vez que me veía, temblando, balbuceando, desviando sus ojos de mi mirada, insultándome y soltando cualquier incoherencia en un intento de verse "rudo" ante mi.

No sé en qué momento crucé una línea que sin darme cuenta me había puesto hacia las personas mas allá de la amistad; de observarlo y generarle miedo- por mera satisfacción- a empezar a tocarlo, a buscar contacto físico con él - tanto que perdía el hilo de una conversación cuando lo hacía; no sabía reconocer en mí, las sonrisas falsas que acostumbraba a mostrar a las chicas, de las que le mostraba a él -; no me conformé, quise besarlo, pues lo hice...mi curiosidad fue más grande, pudo más que mi consciencia; sentía la creciente necesidad de apreciar todas sus reacciones, independiente de la situación y de cómo él reaccionaba a ello, pero solo quería que fueran conmigo; me molestaba que otros se acercaran, ni que decir si llegaban a tocarlo; mi sangre hervía y siempre me decía como un mantra "sólo quieres protegerlo porque sabes que está igual de solo que tu".

Cuando ocurrió el problema con el imbécil de She Li, supe que el mantra que me repetía todo el tiempo para justificar mi actuar ante él, era una simple e insignificante excusa para ocultar la verdadera razón de mi comportamiento con Mo Guan Shan - sí, dejó de ser "pelirrojo" para mi -, se convirtió en alguien importante en mi vida diaria; dicen que se conquista a un hombre por medio del estómago; no sé si ese dicho es válido entre hombres, pero debo decir que le estaba funcionando; en ese tiempo vi facetas de él que - a mi parecer - todos desconocían, incluyéndome por supuesto; amabilidad, calidez, preocupación,cariño, ternura, fidelidad, y muchas más de las que podría contar; el problema que me causaba eso era que la mayoría (por no decir todas), eran dirigidas a la misma persona... su madre. Sé que es absurdo sentir celos de su propia madre,pero era inevitable, el solo ver que no eran hacia mi persona me fastidiaba,sacaba de mi, lados que pensé inexistentes; nacía la insana necesidad de monopolizarlo; en varias ocasiones consideré como una buena idea el encerrarlo para así, negarle al mundo, el apreciar su existencia; recuerdo que las veces que veía a su madre, ella me sonreía con una dulzura tal, que me daba la sensación de que se metía a mi cabeza y - para mi desgracia- me leía como a un libro abierto;terminé considerando su gesto como una forma de tranquilizarme, diciéndome que era mío, jajajajaja que gracioso, nunca pensé querer tanto a un amigo; o al menos eso pensaba... lamentablemente para mí; me di cuenta de mis verdaderos sentimientos de la peor forma posible...

En los Brazos de un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora