ROTTEN 《Podrida desde la cuna》

Capitulo 1: Mis compañeros presidiarios.

Las arcadas venian una tras otra, me tome de las rodillas, cuidando de no acercar mucho el rostro al sucio retrete, las ultimas semanas han sido las peores, no solo porque estoy en medio de una isla quien sabe cuantos metros bajo tierra en una prision clandestina, aunque no lo crean eso es lo de menos, las nausas matutinas, escalofrios, mareos y vomito me han hecho la vida aun mas miserable.

-¡Por dios, que peste! -Exclamo Lyle cubriendose la nariz. Temblorosa me aleje del retrete y me sente en el piso, pegando la espalada a la pared. -Si tan solo pudieras verte, luces espantoza.

-Calla... Callate. -Murmure. No tenia animo ni fuerza para discutir con ella, ironicamente mientras yo empeoro ella luce cada vez mejor; mas esbelta, mejor cutis, linda ropa, tal vez sea porque no he tomado mi medicina en un buen tiempo pero mi alucinacion es cada vez mas independiente.

-Me das pena. -Cerre los ojos tratando de no escuchar lo que decia. -Y eso no es nada, espera a que empieces a engordar...

-¡PUEDES CALLARTE TAN SOLO UN MOMENTO! ¡ESTOY HARTA DE TI Y TUS ESTUPIDECES! - Grite fuera de mi, la verdad me agradaba mas Evil.

-¡Guarda silencio, loca, algunos tratamos de dormir! -Me grito una voz adormilada, ese era Slade Wilson; Deadstroke, su celda estaba treinta metros frente a la mia, normalmente nunca me hablaba.

-Lo siento, son las voces. -Murmure, ¿Que importa si creen que estoy loca? La verdad es que lo estoy. La parte buena es que Lyle desaparecio y por un momento no voy a tener que aguantarla a ella y a sus comentarios inoportunos.

Cuando me trajeron aqui me habian esposado las manos y los tobillos, me habian puesto un chaleco antibalas y dos guardias me sujetaban fuertemente de ambos brazos. Un helicoptero nos recogio del angar del pentagono, me trajeron  directamente aqui, sin escalas. El viaje fue de casi nueve horas, agotador.

Cuando llegamos aqui todo estaba en absoluta oscuridad, un hombre que segun "era un experto" nos guiaba  a travez de la selva, eso hasta que el idiota piso una mina y exploto, de milagro nosotros no pisamos una. No me tomaron fotografias ni me preguntaron mis datos, solo me encerraron aqui, en una celda de 2x4 mts, con un retrete sucio, una cama de concreto y nada mas.

Habia camaras en todos lados, la entrada parecia una simple cueva, pero cuando te adentrabas podias ver que ese lugar era todo tecnologia, por un elevador bajamos varios metros, al llegar habia un puesto de control con cerca de cuarenta personas, ellas monitoreaban todo a travez de computadoras. Tambien habia un guardia cada dos metros. Me llevaron a travez de un pasillo enorme, donde una puerta gigante de metal reforzado dividia el lugar, uno de los guardias escribio la clave y esta se abrio, la puerta hizo un ruido extraño antes de abrirse.

-"Alerta en tratamientos intensivos, paciente de categoria nueve en transito. Planta alta, en tratamientos intensivos estan ahora en rojo alfa." -Dijo una voz de mujer a travez de los altavoces, era obvio que hablaban de mi, despues de escuchar ese mesaje salieron cerca de treinta guardias de una de las compuertas, se dividieron en dos grupos, uno se puso delante de mi y los guadias y los otros detras.

Pasamos otras dos puertas iguales a la anterior y al final llegamos a un lugar parecido a una bodega, era amplio, con piso de concreto y solo tenia dos celdas, una frente a la otra, pequeñas y con una distancia considerable una de la otra. Los guardias que iban delante de mi se hicieron a un lado, los dos que me llevaban sujeta se acercaron, uno de ellos abrio la puerta, en ese momento todos los otros guardias me apuntaron con sus armas, me hicieron entrar y luego me quitaron las esposas, las de las muñecas y las de mis piernas.

Curiosamente Lyle no dijo nada, no la vi y no la escuche en todo el camino, eso me daba cierta paz mental. Cerraron la puerta y en ese momemto un desagradable olor me invadio el olfato, me dieron nauseas, corri al retrete pero estaba asqueroso, no pude aguantar y volvi el estomago cuidando de no tocar nada, ese era el lugar mas sucio que habia visto en mi vida.

-¿Podria alguien recordarnos por que estamos aqui? -Ahi aparecio Lyle y me despedi de mi poca paz mental. Segui volviendo el estomago un par de minutos mas. -Tranquila, vendran a sacarnos.

-¿Y si no viene? -Pregunte temerosa.

-Vendra. Cree que es su hijo. -Me sonrio sinica.

-¡Es su hijo! ¡Pase lo que pase este bebe es de Damian!

-Sigue mintiendote, tu y yo sabemos la verdad.

Aunque eso paso hace casi un mes,  (creo) no estoy segura de cuanto tiempo ha pasado, si mis cuentas no me fallan he estado aqui por casi cuatro semanas, debo estar en el primer trimestre de embarazo, ni siquiera se de cuanto estoy, si tan solo lo supiera no dudaria sobre quien es el padre de mi bebe.

Escuche el peculiar sonido de la puerta al abrirse y suspuse que seria la comida, no es un manjar pero por lo menos es mejor que la que me daban en el pentagono. Escuche el marchar de los guiardias, cada que traian comida entraban entre ocho y quince guardias, ¡Por favor! ¿Que daño pueden hacerles una embarazada y un viejo tuerto?

-Hablando de Slade, ¿Porque crees que este aqui? -Hice los ojos en blanco ya se me hacia mucho tiempo el que Lyle habia estado ausente. -¿Recuerdas la primera vez que lo vimos? Tenia  una mirada aterradora a pesar de solo tener un ojo.

Claro que lo recuerdo, ese dia al parecer algun guardia habia puesto algo en su comida, tal vez un purgante, ya que el se escuchaba incluso peor que yo, pues oi a uno de los guardias decir que estaba vomitando sangre, me acerque a los barrotes cuidando de no tocar, porque estos estaban electrificados, vi que lo sacaban arrastrando como si fuera un animal y a pesar de lo humillante de su situacion el los miraba con odio, es un hombre viejo pero que se mantiene (O mantenia) en forma.

-¡Alejense de los barrotes! -Grito uno de los guardias, sacandome de mis recuerdos, vi como Slade retrocedio y yo hice lo mismo. Nos deslizaron la bandeja de comida por un pequeño compartimiento cuadrado que estaba debajo de la reja; era un emparedado de jamon, una manzana y un vaso de cafe frio, mi estomago rugio, de verdad tenia hambre, suspire y comenze a comer.

◇◇◇

-¡Despierta! -Gritaron. Abri los ojos de golpe, despues de comer me recoste y me quede dormida, en mi celda habia diez guardias apuntandome. Vi a Slade que observaba a travez de su celda, el nego, como si me estuviera advirtiendo de algo. -¡De rodillas! -Lo hice, luego puse mis manos en mi nuca esperando que me esposaran cuando lo hicieron me sacaron de ahi a jalones.

-¿A donde vamos? -Pregunte mientras atravesabamos las puertas.

-¡Silencio!

-¿Que hiciste para estar aqui? Debiste molestar a alguien importante, porque alguien con esa cara y ese cuerpo no puede ser mala. -Dijo un guardia que nunca habia visto antes.

-¿A donde me llevan? -Comenze a forcejear cuando me di cuenta que las camaras no seguian nuestro recorrido, estaban apagadas.

-Es hora de que te des una ducha. -Murmuro el mismo guardia pervertido. Que asco.

Deje de caminar cuando me di cuenta que pasamos el area de duchas y llegamos a un area que decia "Solo personal autorizado" ellos comenzaron a arrastrarme hasta ahi, al entrar me lanzaron con fuerza al piso.

-¿Que edad tienes? ¿Quince? -Se acerco uno de ellos, pude ver su ID, su nombre era Samuel Griggs. Le escupi a la cara, se limpio con el dorso de la mano y luego me dio un golpe fuerte en el rostro. -Mirate, hundida y aun asi peleando por salir, no eres mas que una niña pequeña. Haz lo tuyo Pains. -Otro guardia se acerco y de quien sabe donde saco una manguera, me apunto directo con ella, el agua helada me cortaba la respiracion.

Cuando el chorro ceso uno de ellos con una mano me tomo del cuello y me recosto por completo en el suelo y con la otra me subio las manos por encima de la cabeza. Comence a forcejear y patalear pero entonces otros dos guardias me sujetaron las piernas, los escuche reir. Comenze a temblar, ¡No, no de nuevo!

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