Ariadna.

Prólogo.

Empieza septiembre, y eso significa volver a la rutina. El comienzo de las clases, el agobio con los exámenes, quedarse en casa sin salir, y sobre todo, echar de menos a la gente con la que has pasado el verano. Pero a pesar de esto, tenía ganas de volver, lo empezaba a echar de menos. Necesitaba tener que hacer algo más que vaguear todo el día, y sobre todo, echa de menos a sus amigas de siempre, sobre todo a Nai. Necesitaba verla y que me diera uno de sus fuertes abrazos, que me hacían sentir tan bien. Sin embargo, sabía que cuando llevara unos días allí, tendría ganas de que volviera a ser verano otra vez.

Estoy en el coche de camino a Madrid, mi ciudad. El viaje siempre se me hace eterno, pero esta vez es diferente. Esta vez no he llegado a mi destino, y ya añoro todos los momentos tan increíbles que he vivido durante estas vacaciones, maravillosas, por supuesto. No dejaba de pensar en ello. No podía sacarme de la cabeza que probablemente este verano, sería uno de los mejores que viviría nunca. Un sentimiento de tristeza unido a un deseo de llorar hasta secarme, invadían todo mi cuerpo. Esta angustia se debía a que yo misma sabía que ya no  podría volver a vivirlo y que muchas cosas iban a cambiar. Estaba completamente segura, lo que no me imaginaría nunca, es hasta qué punto podría ser aquél cambio.

Pero por suerte, estaban a punto de comenzar las fiestas de mi pequeña ciudad, las últimas antes de empezar las clases. Sin embargo, no eran para nada como me las esperaba. En parte creía que serían las mejores, que me sentiría completamente feliz, pero había algo que fallaba, y no logré darme cuenta a tiempo.

Sentía un vacío. Un vacío en mi interior. No sabía muy bien que era… o tal vez sí. Era él. Le echa de menos, a pesar de que la última noche antes de irme, estuvimos juntos. "Esa sensación de echar de menos a alguien que está lejos es horrible, a veces, algo insufrible. Pero son las consecuencias que acepté después de conocer a ese chico. Sabía que sería complicado estar tanto tiempo sin vernos, debido a que yo me marcharía tarde o temprano, y él... él se quedaría allí. Pero a pesar de las adversidades, seguí adelante, como aquel que sabe que si continúa andando se chocará contra la pared y se hará daño, y aun así, avanza y se choca" Pensé, mientras mi aburrimiento durante el viaje era mortal.