1-OFUSCADO

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18 de Octubre del 2013

El joven Cydel caminaba de regreso a casa procurando no caer inconsciente. La humedad de la hierba por la cual caminaba penetraba en sus zapatillas de tela blanca, dejándolas sucias y a él con una sensación de adormecimiento que cada vez se hacía más intensa. Había logrado escapar por los pelos de aquella pandilla, de la cual, el líder por alguna razón decía tener problemas con él.

En la cabeza de Cydel se amontonaban y comparaban recuerdos, en busca de algún motivo por el cual lo habrían atacado, pero el intenso cansancio y la baja de adrenalina no le permitían pensar con claridad. El solo quería llegar a casa y, si fuera posible, morir rápidamente.

20 de Octubre del 2013

Una repentina sensación de sacudida hace que Cydel despierte de su poco común descanso.
- ¡Vaya tunda!
Se dijo a si mismo llevándose una mano a la cara en la cual, para su sorpresa, no quedaban rastros de la paliza que le habían dado. Al ver su calendario se sobresaltó al ver que ya era domingo.
-Vaya tunda.- se volvió a decir esta vez con un tono de preocupado sarcasmo. Caminó hacia la cocina y cogió la caja de cereales "Bardozz" y los empezó a comer hojuela por hojuela.
- ¡ Rayos! ¿Qué le pasó al café?- exclamó al abrir la alacena y encontrar el café esparcido por todo el interior de esta, la lata del café aparentemente había explotado. Resignado a no encontrar una explicación para aquel suceso, empezó a limpiar los restos de café de la alacena, lo cual no le tomó mucho tiempo ya que tenía solo dos compartimientos medianos. Se sentó en una silla y se apoyó en la mesa sin dejar de comer los cereales, luego de un momento recordó que seguía sin saber el porqué del ataque del otro día. Se puso de pie, dejó los cereales en la mesa y salió de casa para comprar otra lata de café.

-! Buenos días Cydel!_ Escuchó luego del tintineo de la campana al entrar en el minimarket.
-Buenos días señor Burns.- respondió este.
-Oh vaya, ¿Qué le pasó a tu cara? ¿A caso andas en problemas? -al parecer no tenía ningún rastro físico de aquella paliza, pero si uno visual muy notorio.
-No es eso señor ¿Desde cuándo he tenido yo problemas?
-Tienes razón niño. ¿Entonces?
- Solo unos idiotas que decían tener motivos para esto.- dijo señalando su rostro.
-Y esos motivos son...
-Pues la verdad no he podido encontrarlos, bueno, ya no quiero hablar de eso ¿Le quedan latas de café?
-¿Otra lata? Chico, pero si el domingo pasado compraste una.
-Pues sí, pero, verá, algo extraño sucedió hoy, bueno, hoy recién me di cuenta.
-Las cosas no son extrañas niño, todo tiene una explicación.- Cydel sonrió.
-Pues aun no le encuentro explicación a que la lata de café explotara dentro de la alacena.- El señor Burns arrugó el entrecejo, pensativo.
-Uhm... El café explotando en la alacena... Chico, eso sí que es extraño. Ten llévate esta lata.
-¿Me asegura de que esta no va a explotar?
-Ja... ja... ja... Graciosillo ¿No?- Cydel sonrió.
-Bueno, gracias señor Burns.- Cydel pagó la lata de café y volvió a casa.

No era raro para él tener esas conversaciones con el señor Burns ya que Cydel vivió con él largos periodos de tiempo cuando él era niño, puesto que sus padres viajaban mucho por cuestiones que él aún desconoce, hicieron un trato con el señor Burns para que cuidase a Cydel, por lo cual él consideraba al señor Burns como parte de su familia, fue así hasta que el cumplió la mayoría de edad y sus padres simplemente desaparecieron sin dejar rastro, Cydel se quedó a vivir en su propia casa. Cydel no ha necesitado trabajar para sobrevivir ya que el heredó la compañía de sus padres y todas sus acciones, productos enlatados "LeQuand", pasó en pocos años a ser una de las compañías más grandes del país. La compañía es llevada por su tío, hermano de su padre hasta que Cydel termine los estudios.

Volviendo a la situación actual, los fines de semana son de los pocos días en los que Cydel puede escapar de la rutina del estudio, aunque, sus fines de semana se vuelven cada vez más rutinarios también.

-Piensa.¿Qué les pudiste hacer a esos idiotas? No creo que solo porque sí, llegue el tipo más popular de la universidad a decirte que lo vas a pagar caro, te de un empujón y de la nada aparezcan tres de sus lamesuelas a golpearte la cara, patearte las costillas y destruir tus apuntes del día. Piensa, bicho raro, piensa.- La verdad es que por más que Cydel quiera recordar el motivo no lo iba a hacer porque quien ocasionó el problema fue Brad, pero...

-¿Quién rayos es Brad?

CydelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora