Ya han pasado dos semanas desde que Zayn voló para New York, y todavía no lo sabe, de hecho solamente Azul lo sabe, ni las demás chicas están enteradas, y no por qué no se los quiera decir, sino porque no están, ellas siguen de viaje.
Desde que descubrí que estoy embarazada, siento un gran peso encima, mis padres se volverán locos cuando sepan la verdad, y lo peor de todo es que será vergonzoso puesto que no tengo novio, ¿Cómo les diré que el papá de mi hijo es mi mejor amigo?, pensarán lo peor de mí, y no me quiero imaginar la familia de él, ellos me adoran y yo a ellos, creo que no tendré cara para volver a ver a nadie.
Hoy Blue y yo iremos al médico
--¿estas listas?—pregunto entrando a mi cuarto
--no, me cambio y vamos ¿sí?—
--corre—rodó los ojos—te dije que pasaría por ti en media hora ______, debiste de cambiarte para estar lista—me reclamó
--perdón, es que, no tengo cabeza para nada Blue, tengo miedo—me metí al baño y comencé a cambiarme. Una vez lista salí vestida
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--tú y tu manía de combinar todo—rió
--perdón por querer verme bien—levante una de mis perfectas y delineadas cejas.
--vamos—
Salimos de casa directo al hospital, el camino estuvo inundado de un silencio total. Aún no puedo creer como pude llegar hasta el hospital, mi mente estaba en todos lados menos en el camino.
--llegamos—Azul mordió su labio inferior
Bajamos del coche y comenzamos a caminar directo al hospital “Downtown Pregnancy Help Center”. Nos adentramos al lugar y caminamos hasta la recepcionista.
--buenas tardes ¿en qué puedo ayudarles?—dijo amablemente
--tengo una cita con el doctor Collins—dije nerviosa
--permítame—la secretaria comenzó a teclear en su computador--¿_____ Gray?—preguntó
--si—contesté
--si gustan tomar asiento en un momento más las hago pasar—sonrió
--gracias—dijimos al unisonó y fuimos a sentarnos
Ver a todas esas mujeres felices con su enorme barriga me daban ganas de llorar, y no porque no tenía deseos de ser madre, no claro que no, siempre estuvo en mis planes formar una familia, terminar mi carrera en gastronomía, abrir mi propio restaurant, o a veces pensaba en trabajar en los hoteles de la familia, después viajar por todo el mundo, encontrar al amor de mi vida, casarme, y después venían los hijos. Pero lo hice todo al revés.
--¿estás bien?—Azul me sacó de mis pensamientos
--si—musité cabizbaja—es solo que—inspeccione el lugar—yo no debería de estar aquí—sonreí melancólica
--pero lo estás amiga, y eso no lo puedes cambiar—tomo mi mano—lo único que nos queda es ser fuertes _____--me sonrió
--____Gray—la secretaria me llamo, inmediatamente levante mi vista hacia ella—puedes pasar—sonrió, [¿Qué no podía dejar de sonreír?]
Nos levantamos y caminamos hasta el consultorio, nos paramos frente a la puerta número 5, mi número de la suerte, donde había un letrero que decía “K. Collins”. Tocamos y un “entren” proveniente de adentro hizo que Azul abriera la puerta. Entramos y nos encontramos con un doctor joven y guapo, muy guapo a decir verdad.
--pasen chicas—sonrió
Entramos y tomamos asiento.
--bien—examino su hoja--_____ Gray—me miraba a mí y luego a Azul como tratando de adivinar quién era _____ Gray
--yo—alcé mi mano
--bien, ¿Qué te trae por aquí?—pregunto amable
--bueno, pues, creo que estoy embarazada—mordí mi labio por los nervios
--oh, eso es una sorpresa, ¿Cuántos años tienes?—pregunto y se notaba ¿preocupado?
--18—musité cabizbaja
--bien, no te avergüences, créeme que he tenido pacientes de hasta 13 años—Azul y yo abrimos los ojos como plato
--¿en serio?—pregunto Azul sorprendida
--si, de verdad—rió—los embarazos en los adolescentes son mucho más frecuentes de lo que las personas se imaginan—levantó el ceño—así que ven, vamos a examinarte.
Me levanté y me acosté en una camilla, descubrí mi vientre bajo y aplico un gel frio, congelado diría yo
--te hiciste prueba casera?—pregunto mientras pasaba el aparatito por mi vientre
--si—contesté sin dejar de ver la pantalla que tenía en frente.
--¿y salió positivo?—giro a verme
Asentí con la cabeza
--pues efectivamente, estas embarazada—sonrió, pero al ver que yo no lo hacía dejo de hacerlo—y creo que eso no te ha caído muy bien ¿cierto?—
--no—cerré los ojos para controlar las lágrimas—
--bien—volvió su mirada a la pantalla y movía el aparato—bueno mira, eso que está ahí—lo señalo—es tu hijo—
giré a ver a Azul y está sonreía sin quitarle la mirada a la pantalla-- es como del tamaño de un poroto, ahora te diré cuanto tiempo tienes—apago el aparato y limpio mi vientre.
Me levante y volví a sentarme al lado de Azul.
--bien, ten—extendió las pequeñas ecografías de mi bebé—las primeras fotos de tu hijo—Azul se las quito inmediatamente y las veía embobada
--bien—cruzo sus dedos—tienes cuatro semanas—medio sonrió—y todo está perfecto hasta la fecha
--bien—hice una mueca
--¿y el papá?—pregunto interesado
--bu...bueno, digamos que él, todavía no lo sabe—fruncí el ceño
--¿y no piensas decírselo?--[¿que le importa] Pensé
--sí, pero no he tenido la oportunidad para hacerlo, él ahora está en América—giré mi vista a Azul y ella me veía expectante
--bueno, pues yo solo te daré opciones _____, he notado que no estas emocionada por la llegada del bebé ¿cierto?—acomodó su bata
--no es eso—tome mi cabello en señal de desesperación—lo que pasa es que no estoy lista para ser mamá—
--mira, yo no soy nadie para juzgarte ______, es cierto, eres muy chica, ahora deberías de estar pensando en que quieres estudiar ¿cierto?—
--si—asentí—pero en lugar de eso, estoy pensando en que haré con este niño—apunté mi vientre
--“este niño”—me imito Azul—es tu hijo _____, no hables así por favor—demostró su malestar acerca de cómo me expresé.
--bien—el doctor nos interrumpió—te daré las opciones, que creo que tienes—comenzó a sacar folletos—mira, este es la primera opción—me ofreció uno y decía “¿mamá primeriza?”—la primera opción que tienes, es que te quedes con él y lo críes como lo que es, tu hijo—me paso otro y en este decía “haz feliz a alguien más”—la segunda opción, es que lo des en adopción, si tu no crees estar lista para una responsabilidad tan grande, ¿Por qué no hacer feliz a alguien que no puede tenerlos?—sonrió—y la tercera y última es—trago saliva—para esta no tengo folletos, pero, ¿has pensado en el aborto?—