Happier | Aguslina.

Prologue.

Agustín caminaba sin rumbo alguno. Si ella estuviese estado con él en ese momento le hubiese pedido ir a la heladería, sonrió ante tal absurdo pensamiento que tantas emociones le generaba.

Trataba que mientras deambulaba su mente se aislara de ella, Carolina, su Carolina.
Se resignaba a la idea de que ella ya no estuviera con él, sabía que en cualquier momento ella regresaría a sus brazos.

No sucedió.

Deseó no haber visto esa escena, todo sería más fácil si él no hubiera cometido ese error: Irse a estudiar a Australia.

Él pensaba que con tan larga distancia sus sentimientos hacia ella se aquebrantarían, o se debilitarían al menos. A ella le funcionó, a él no. No la culpaba, no lo hacía.

Con una lágrima en su mejilla, giró sobre su eje y corrió directo a su casa, estaba algo lejos, aunque la impotencia que bombeaba en sus venas era más fuerte que sus ganas de detenerse a tomar un suspiro.

Al fin llegó, sus pies ardían, no le importaba. Se sentó en su escritorio e impacientemente imprimió exactamente dieciséis fotografías, en las que salían él y Carolina sonriendo antes de darse un beso, como lo solían hacer siempre.

Cogió un marcador de tinta indeleble y descargó lo que sentía en esas palabras:

Hola, Kope.
Mucho que no hablamos, demasiado, la verdad.
Lo siento pero aún no tengo el valor como para hacerlo.
Así que, decidí usar otro medio y así poder decirte lo que siento en este preciso momento. Considerando el hecho de que me bloqueaste en WhatsApp, descuidá, sin resentimientos.

Cuando estaba caminando por la 29 y el parque...
No sé si siquiera sea capaz de escribirlo, ya al imaginarlo puedo escuchar mi corazón crujir de dolor, y por favor no pienses que estoy exagerando. Nunca lo haría con algo que se tratase de vos.

Vos más que nadie sabés los reales y profundos que son mis sentimientos cuando es hacia la persona indicada.

Lo que te decía; te vi en los brazos de otro.
Quizás podés pensar que la envidia llegó a mí en ese momento, ni en lo más mínimo en realidad, porque una vez fui yo quien te sostenía entre los brazos, y además, puedo asegurarte que no soy solamente yo el que extraña esos instantes.

-Tu Agus.

Luego de marcar el punto final de su 'carta', la guardó en un sobre de papel, tenía que terminar con eso, entregársela.

Podía ser algo anticuado, pero de alguna forma se sentía algo original al hacerlo de tal manera.
Dejó la carta en el buzón de la casa de Carolina, y agradeció el hecho de que ella no se encontrase en el balcón de su habitación, que daba vista a la calle, por consiguiente al buzón. La mayoría de las veces estaba allí, y recordaba cómo innumerables ocasiones se quedaron en ese lugar observando los hermosos atardeceres.

Esperó un largo rato escondido detrás de un árbol, sabía que a las 17 horas, todos los días, Carolina era la encargada de recoger el correo, así que decidió quedarse para poder admirar su reacción al darse cuenta que tenía una carta proviniente de él.

Esperó y esperó. Se hicieron las 18 horas, y ella nunca salió. Tal vez estaba aún con ese tipo, cuyo nombre no quiere saber.

Bueno, de una u otra forma Carolina leería su mensaje. Le había encantado la sensación que se produjo su cuerpo al escribirle desde lo más sincero de sus ser, por lo tanto, así seguiría, seguiría escribiendole, sin perder las esperanzas.

¡Hola!

Y acá estoy con una nueva historia, AGUSLINA. Donde Aguslina fue real, en su momento, ya veremos qué pasará ahora con esos dos.

Les agradecería un montón su apoyo en ésta historia, basada en la canción de Ed Sheeran "Happier". La cual al escucharla por primera vez me hizo llorar (re llorona que soy). Y no, no es porque me sienta identificada JAJAJAJA.
Enseguida pensé en hacer una novela con ella, y de inmediato la idea del Bernas despechado llegó a mi imaginación 😂.

Espero les guste tanto como a mí, haré mi mayor esfuerzo para que las cartas tengan sentimiento.

Los capítulos se dividirán en dos partes, una será de la carta, otro serán narrado y así.

Besooos ❣

~Grecia 💓.