Capítulo 12: Son idiotas

70 6 0
                                    

Julia sabía que algo estaba mal cuando Lena entró en la sala de arte, con cara roja y manchas de lágrimas en su rostro. Sus ojos eran tan rojos como su nariz y Julia sintió que su sangre hervía. ¿Qué diablos podría haber hecho a Lena tan molesta?

Ella pensó, mirando hacia ella mientras se sentaba.

-Lena, ¿qué pasa?

-preguntó, con el ceño fruncido al ver cómo estaba desanimada la mirada de la pelirroja.

"Nada ... Sólo algunos idiotas en mi clase de Historia."

Lena respondió, resoplando.

"¿Que hicieron?"

Julia vio rojo, aunque trató de no permitir que Lena se diera cuenta de lo enojada que estaba, para que no pensara que estaba enojada con ella.

"¿Que hicieron?"

Repitió cuando Lena no respondió.

"Ellos ... vieron algo en mi perfil en línea y ..."

Lena empezó a mirar hacia arriba justo a tiempo para ver a Julia agarrar el cepillo con tanta fuerza que le estalló en la mano.

"Simplemente ignóralas ... No valen la pena el polvo y llevan a volar sus sesos, si lo mantienen, los manejaré".

Julia declaró, produciendo un paquete de bolsillo de su bolsillo y entregándolo a Lena.

"Aquí ... los necesitas más que yo."

Tan pronto como terminó la clase, Julia llevó a Lena a la cafetería, sin abandonar su lado.

"Whoa, Volkova.¿No vas a ir a la sala de la banda hoy?" Preguntó Sasha cuando se acercó a la mesa.

-No. Algunos idiotas decidieron fastidiar a Lena y espero que digan algo mientras yo esté por aquí.

Julia respondió, observando los ojos marrones de Sasha nublados por la ira.

¿Qué diablos hizo ella para merecer esa mierda?

Exigió.

-¿Qué hicieron Lena?

-preguntó Tasya, sentada a su lado, aunque Lena negó con la cabeza.

"No es importante."

Ella discutió, ganando un resoplido de Julia.

"Fue lo suficientemente importante como para que entrara en clase llorando".

Ella replicó, rodando los ojos antes de añadir

-Entonces, si no quieres hablar, puedo hacer que me lo digan.

Lena frunció el ceño.

"¡No lo harás!"

Dijo, agarrando el brazo de Julia y prácticamente empujándola hacia abajo en el asiento, ganando un oof de la morena que sólo sonrió.

"Jeez Katina, no tienes que ser tan duro."

   tonto por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora