Cap: 26

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Llegué al departamento de Ger y literalmente es hermoso.

-Gracias por dejarme quedar- sonríe.

-Contame que paso- asiento y mi vista va al piso.

-Entre a casa y había completo silencio. Se me ocurrió ir al cuarto de mis padres- veo que sonríe.

-De Sergio y la misteriosa mujer- sonrió y asiento.

-Llego y escucho ge...- lágrimas caen. El me abraza.

-Shhh no hace falta que me cuentes. Sabes que me vas a ayudar a ordenar tu futuro cuarto- asiento y sonrió.

Nos levantamos y fuimos al cuarto.

...

Terminamos. Eran las nueve y media. En eso se escucha que la puerta se abre y se cierra.

-Tengo un primo- asiento.

-Cristian?- asiente.

Salimos del cuarto y el me mira.

-Quien es?- sonrió.

-Cris, te acordás de Jazmin?- asiente -Es ella- se sorprende.

-Por dios enana!!!- grita y me río.

-Hola gordis- se ríe.

-Estas hermosa- lo miro.

-Vos igual- nos quedamos mirando.

-Bueno, voy a comprar pizza- asentimos.

-Yo voy a seguir con el cuarto- me doy la vuelva y siento una mirada. Sabía que era de Cristian.

Yo estaba enamorada de Cristian desde los cuatro. Pero nunca me vio más que una amiga.
Así que lo logré superar.

Empiezo a ordenar y siento unas manos en mi cintura.

-Cris, yo sé que vamos a terminar haciendo algo, pero no estoy para una relación. Acabo de salir de una- lágrimas avisan salir.

-Como puedo hacer para que se te pase la tristeza?- empezó a besar mi cuello.

-Dejarme ordenar- sonríe.

-Y si no lo hago que?- travieso.

-Vas a tener que darme tu cuarto- sonríe.

-Voy a preparar la mesa- sonrió.

Termine y justo llega Germán.

-Llegue!!!- sonrió y salgo de mi habitación.

Nos sentamos en la mesa y empezamos a comer.

-Gracias por dejarme quedar- sonríen.

-No hay problema enana- sonrió.

-Es tarde. Me puedo ir a dormir?- asienten los dos.

Me voy a mi cuarto y me acuesto.
Me duermo rápido.

Pasa un largo tiempo y siento como se unde mi colchón y siento unas manos frías por mi cintura.

-Jaz, estas hermosa- era Cristian.

-Cris enserio, necesito que me dejes- me agarro de las dos manos y las puso sobre mi cabeza.

-No, no te voy a dejar hasta que seas mía- mis ojos se abren como platos.

Veo como se sube arriba mío. Justo le pegó un rodillaso en sus partes.
Salgo del cuarto y tocó la puerta de Germán.

Me abre y entro rápido.

-Que paso?- me abrazo.

-Cristian tratado de...- no me salían las palabras.

-Dios!! A vos tambien- asiento y empiezo a llorar.

Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora