Desperté en esa conocida habitación de hospital solo, como siempre. Quise recordar en donde fue que me desmayé esta vez, y sentí mis muñecas arder. La risa de Heechul cuando me dio a entender que no le importaba apareció en mi cabeza, recordé llegar a casa con el ferviente deseo de morir, ya no soportaba más ¿Para qué quería vivir un año más sufriendo con la maldita quimioterapia? ¿Para llegar a casa y encontrarla vacía? A veces hasta lo escuchaba a Hee meterse en otra habitación solo para no tener que verme. No valía la pena. Nada valía la pena.
-Buenos días, Señor Lee. Veo que por fin ha despertado- Interrumpió mis pensamientos una enfermera.- ¿Cómo se siente?- Preguntó mientras se acercaba para regular los aparatos a los que estaba conectado.
-Normal.- respondí en voz baja.- Disculpe ¿Hace cuánto tiempo estoy aquí?-
-Hace ya diez días.- Asentí con la cabeza ¿Habrá notado él mi ausencia?- Recuerdo cuando llegó en la ambulancia el primer día, su esposo venía con usted.- Mi corazón latió fuerte, debió haberme encontrado en el baño...- Varios recibimos insultos de su parte cuando no lo dejábamos pasar, algunos hasta golpes- Sonrió algo triste- Se ha pasado cada día a su lado llorando, sosteniendo su mano. Recién hoy el doctor Shin pudo sacarlo de aquí, debe estar en la cafetería desayunando algo. Realmente siento envidia de su relación, se ve que lo quiere mucho- ¿Llorando? ¿Quererme? No podía ser, seguro se había confundido de paciente.
El doctor llegó unos segundos después, me hizo un par de preguntas de rutina y antes de irse se giró hacia mí.
-Hay alguien que ha estado esperando por verlo- dijo, y acto seguido salió por la puerta, dejándola abierta.
Ahí estaba. Parado del otro lado, temblando, con la respiración agitada como si hubiera estado corriendo, despeinado, sin nada de maquillaje y con unas ojeras seguramente peores que las mías.
-Hyuk...- susurró, a medida que daba pequeños y lentos pasos hacia mi. Sus ojos se aguaron y tapó su cara con ambas manos, dejándose caer en el suelo al lado de mi camilla.
No sabía qué decir, era tan extraño verlo así, y si no fuera porque estaba mirándolo, jamás creería que ese llanto desgarrador provenía de él. Se arrodilló y agarró suavemente una de mis manos, apoyando su frente en ésta. Vi mis uñas, negras, cuarteadas y rotas, me di asco. Aparté mi mano rápidamente y al parecer lo asusté con esto.
-Lo siento, ¿Te... te duele? Lo lamento, no quise... no quise...- secó sus lágrimas, el llanto no lo dejaba hablar correctamente ¿Estaba así por mi?- No quise lastimarte.- susurró.- Lo siento tanto... perdón, perdóname por favor...-No miró en ningún momento mi cara, seguramente sin el gorro puesto y el cabello rapado, nadie querría hacerlo.
-E-esta bien, no me duelen- Hablé lento, suave.
-¿Por qué no me dijiste nada?- Me preguntó nervioso apretando las sabanas con sus manos, realmente esto parecía un sueño, otro delirio de mi cerebro.
-Tu dijiste que no te interesaba...- Mi garganta se cerró, las lagrimas cayeron finalmente.
-Soy un imbécil... lo siento tanto, no mereces esto- Sollozó- no merecías ser tratado así, yo debí estar a tu lado cada minuto, pero soy un estúpido...- miró mis ojos por primera vez, y por más que quise no pude desviar la mirada. Se veía tan mal, tan destruido que me dejaba sin palabras- No llores por favor, es todo mi culpa- dijo acercando una de sus manos a mi cara secando mis lágrimas.- Lo siento tanto- su llanto incrementó, acompañando el mío.
-No es tu culpa, y no tienes que hacer esto... yo sabía desde un principio... que no me querías... y no pude obligarte a hacerlo, esta bien...- dije entre respiraciones irregulares, era la verdad. Aunque se hacía extraño por fin aceptarlo.
-No, no, no, no digas eso.- agarro mi rostro con ambas manos y acarició mis mejillas, acercándose de a poco- Te quiero, te quiero como no te das una idea.- su frente se apoyó en la mía, no podía creer lo que escuchaba.-Te quiero tanto, Hyukjae...- me miró a los ojos como si necesitara pedir permiso, cerré los míos y sentí sus labios cálidamente rozarme, temblaba, creo que ambos lo hacíamos. Acarició mi corto pelo después de separarse- Perdóname, por favor...-
-Te amo- respondí mirando fijamente sus ojos, sonrió y se mordió el labio inferior suspirando, pronto esa sonrisa desapareció, dejando ver nada más que dolor en su expresión.
-Te amo- volvió a romper en llanto y me abrazó, enterrando su cara en mi cuello, podía sentir sus lagrimas mojándome. Quise abrazarlo también pero las intravenosas en mis brazos no me lo permitieron, solo pude llorar mientras lo escuchaba repetirme que me amaba y que no lo dejara.
Si tan solo fuese decisión mía no dejarte.
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Ahora que estás aquí [HeeHyuk/EunChul]
FanfictionUn matrimonio que nunca ha tenido una historia feliz no puede deteriorarse, pero ¿Puede componerse? ¿Qué pasaría si te dieras cuenta que la persona a tu lado fue a quien siempre quisiste? Pero nada puede frenar el fluir del tiempo. Aunque quisiéramo...