little hand grenade » boxuan

capítulo único.

JiYeon sabía que ésta estupidez de la casa embrujada que montó el área de humanidades de la universidad sería una idea muy mala -no porque JiYeon habría creído que sería aburrida y muy poco real, de hecho, la razón por la que JiYeon estaba equivocada es también la real razón por la que ésto fue una mala idea. 

Pero esta chica DaYoung de traducción con mención en algo que JiYeon no recuerda estaba tan entusiasmada diciéndole a EunSeo que ella tenía que entrar e invitar a sus amigas, que ésta sería la mejor casa embrujada de la historia, así que terminó por convencer a EunSeo, y si EunSeo entraba, HyunJung entraba también, y si HyunJung entraba, entonces JiYeon sería arrastrada adentro de una forma u otra al final del día.

Y aquí están, chillando juntas cuando uno de los ataúdes se abre bruscamente de la nada y una maldita momia con ojos rojos brillantes (¿Cómo diablos han hecho eso? ¡Condenados dementes!) se acerca a ellas de una forma tenebrosamente rápida y JiYeon tiene que arrastrar a HyunJung para que la mayor no se acorrale a sí misma en un rincón mientras sigue gritando.

-Cuando salgamos de ésta, te juro que voy a ahorcar a tu amiguita bilingüe, EunSeo -murmura HyunJung entre dientes cuando han dejado a la momia atrás, aunque de todos modos se sujeta al brazo de EunSeo cuando se escucha una risa espeluznante al final del pasillo y pequeñas arañas negras de plástico caen sobre ellas, sobresaltándolas.

Hay apenas un par de luces colgando desde las esquinas, niveladas en su más bajo brillo, probablemente, porque JiYeon apenas puede ver sus propios pasos en el piso sucio debajo de ellas.

Deja de pensar en eso cuando siente un ligero toque bailar sobre su espalda y, para la suerte de su cordura, no ha sido la única, porque HyunJung y EunSeo también se giran junto a ella; quizás un grave error, si se ponen a pensar en ello, porque, de inmediato entonces, todas las luces se apagan y solo hay oscuridad, y JiYeon cree que va a entrar en pánico porque ella odia la oscuridad, mucho más si siente pasos dándose vuelta a su alrededor.

HyunJung grita, EunSeo grita también, y JiYeon está a punto de hacerlo hasta que siente la respiración pesada de alguien en su espalda una vez más y unas manos en sus hombros haciéndole brincar, acompañadas de un suave "bú", que sería infantil y hasta incluso ridículo en cualquier otro momento del año, pero no ahora que JiYeon está temblando y el miedo le carcome traviesamente todo el cuerpo.

Antes de que pueda pensar siquiera en abrir su boca para emitir algún sonido, el cuerpo de JiYeon reacciona en menos de un segundo y, al comienzo, JiYeon no está segura de lo que ha hecho exactamente, pero su mano está hecha puño firmemente y sus ojos, acostumbrados a la oscuridad ahora, divisan al "fantasma" arrodillado en el piso, gimoteando de dolor.

-¡Lo siento! -exclama JiYeon cuando ha registrado lo que acaba de pasar, lo que ella acaba de hacer, y la oscuridad le marea un poco, le da dolor de cabeza, pero de todas formas se agacha hasta quedar cerca de la persona cubierta con una simple tela blanca. Está a punto de preguntarse cómo es que algo tan estúpido y cliché como eso ha podido asustarle, pero entonces JiYeon jura que escucha un sollozo detrás de la manta -. ¡Perdón, lo siento! ¡¿Estás bien?!

-¡Acabas de romperle la nariz, ¿cómo pretendes que "esté bien"?! -dice HyunJung, casi tan alterada como JiYeon, buscando a tientas su teléfono móvil para dar un poco de iluminación porque, al parecer, nadie afuera se ha dado cuenta de que algo no anda como debería hacerlo.

-Estoy bien, no se preocupen -la voz detrás de la tela blanca se escucha ahogada y JiYeon se siente terriblemente culpable porque la persona evidentemente no está bien como les intenta asegurar-. Solo sigan adelante.

Pero por supuesto que JiYeon no va a seguir adelante, principalmente porque cuando intenta ayudar a la chica a removerse la manta de encima, ésta suelta un alarido de dolor cuando la tela roza el puente de su nariz.