No Puedo Evitar Enamorarme

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Esto se terminó, sé que es el final
Ahora lo sé
Cuando estabas aquí
El invierno se habia ido...

Day6 "Winter Goodbye"

"Adiós "

Fue todo lo que pude decir.

Quise decirte tantas cosas. Quise decir que aún te amaba tanto que dolía. Y que no había momento en el día en el que no te extrañara. Quise decirte que extrañaba la suavidad de tus manos y el olor de tu piel. Que cada vez que llovía pensaba en sí aún tendrías miedo de los truenos. Quise decirte tantas cosas. Pero lo único que pude decir fue, adiós.

Durante cinco años fui feliz. Tan feliz que no lo pude ver. Cada día era una aventura. Era descubrir simples detalles, y aprender. A veces reír y a veces llorar. A veces amar y a veces pelear. Durante cinco años tuve todo lo que jamás creí que podría tener y lo eche a perder.

Jamás debí escuchar a quienes decían ser mis amigos y me aconsejaban dejarte. Jamás debí poner atención a las sugerencias de tus padres, jamás debí haber estado ahí cuando tu hermana dijo que estarías mejor sin mí. Les creí.

Por supuesto, Siendo la gran mujer que eres lograste sobrellevar todo muy bien. Brillaste sin la ayuda de nadie. Ya no necesitabas tomar mi mano para caminar. Te volviste independiente y fuerte. Tan fuerte, que dejaste de necesitarme. Finalmente me dejaste atrás y no tuve el valor para intentar alcanzarte.

Cuando me dijiste que querías terminar, no lo entendí. Por fin estábamos bien, o al menos eso creí. Me equivoque.
De pronto, ya no sentías lo mismo y querías espacio. Tiempo para saber si realmente me amabas. En ese momento lo supe. Te había perdido. Y era mi culpa.

Durante un tiempo pensé que todo estaría bien, que solo era una etapa y pronto podríamos volver.
Cuando me contaste que habías conocido a alguien me destruiste. Una parte de mí siempre creyó que podría recuperarte, que podría luchar por ti. Pero nunca fui tan fuerte...
Debí decirte que te amaba. Debí decirte que soñaba cada día con tu sonrisa y que nadie podría hacerme sentir de la forma en que tú lo hacías. Nunca podría sentir de nuevo lo que sentí por ti... Pero eso ya no importaba. Ya no.

Durante los primeros meses intente mantener contacto contigo. A pesar del dolor que sentía al saber que estabas con él. Quería saber de ti. Quería protegerte, quería oír tu voz. Tu risa. Tus quejas y tus alegrías. Incluso si eso significaba oír de él. Sabía que podría vivir un día más con una simple llamada tuya. Sabía que simplemente no podía dejarte ir.

Pasó el tiempo y cada vez era más difícil seguir. Nada estaba bien. Luche durante meses por proyectos solo para ser rechazados, las cuentas comenzaron a acumularse, las oportunidades cada vez eran menos frecuentes y cada día parecía ser más y más difícil el simple hecho de intentar dormir.

Por medio de nuestro amigos supe que estabas bien. Tu carrera por fin había despegado. Ya no era justo intentar retenerte, esta vez tenía que dejarte ir. Comencé a evitarte, siempre estabas viajando, siempre estabas ocupada. así que, fue fácil inventar excusas para no verte. Nunca las cuestionaste, nunca llamaste, Nunca me buscaste...

Después de varias semanas decidí llamarte. Sabía que no podía esperar esa clase de atención de tu parte. Así que, decidí invitarte a salir. Al principio dijiste que no tenías tiempo. Pero luego dijiste que podrías darme unas horas unos días después. Fui feliz...

Finalmente llegó el día, es extraño pero me sentía como en nuestra primera cita. Estaba tan nerviosa que me puse la ropa al revés. Gracias a dios me mire al espejo una última vez y lo noté.

Cuando pase por ti, perdí las palabras. Te veías tan hermosa parada ahí, esperando por mí.
Vestías unos jeans negro, un sweater de colores y converse negras. Siempre creí que naciste para ser una estrella y por cómo te veías esa noche supe que estaba en lo correcto. "Venus en converse" fue lo que pensé... Tal vez debí decirte lo hermosa que lucías. Lo brillante que se veían tus ojos con ese suave maquillaje que siempre pensaste que no notaba. O lo agradable de tu perfume que jamás logré quitar de mi chaqueta favorita. Debí decirte que me alegraba verte otra vez, aunque fuera una ultima vez...

Fuimos a comer a tu lugar favorito. Ese pequeño y simple restaurante de comida casera. Me pregunto si también viniste con él... Tal vez debí preguntar.
Esa noche hablaste más qué nunca. O tal vez solo fue que quería oírte. Me contaste sobre tu trabajo y lo feliz que te hacía. También me comentaste que tu relación no iba bien. Tal vez en ese momento debí haber hecho algo para traerte de vuelta. Pero como podría, cuando sonreías naturalmente otra vez gracias a él. No importaba cuánto me doliera admitirlo, tú lucias feliz y era gracias a él.
Así que te aconseje que deberías hablar con él y a veces simplemente ceder.

Después de cenar fuimos a caminar a ese hermoso lugar cerca de las rocas. A orillas del mar. Nuestro lugar secreto. Ese hermoso lugar donde estuvimos juntos por primera y ultima vez. Nuestro primer beso, jamás había estado tan nerviosa en toda mi vida. Mientras tú te veías tímida pero muy segura.
Mis labios estaban secos y salados. Siempre pensé que fue algo horrible para ti. Sin embargo, se sintió como lo más dulce que jamás he probado. Debí preguntarte qué pensabas ese día...

"Puedo pedirte un último baile?"


Te pregunté intentado ocultar el dolor que sentía. Este sería nuestro último baile, nuest ra última canción...
Mientras bailábamos descalzos en la arena mojada. En mi cabeza sonaba nuestra canción. Me pregunto si bailabas lo mismo que yo. Tal vez debí preguntártelo...

Pasada la media noche decidimos irnos. El viaje a tu casa fue silencioso. Me pregunto si pensabas en él...
Durante el viaje nos miramos un par de veces e intente leer tu mirada. Pero el tiempo cambia todo y supuse que tus pensamientos no estaban conmigo. Debería haberte besado...

Cuando llegamos decidí acompañarte hacia la puerta. Quería aprovechar cada segundo contigo. Cuando nos despedimos había algo en tu mirada que no pude descifrar. Por un momento pensé que querías besarme. Pero eso era imposible. Yo Ya no existía para ti. Así que, solo te abracé. Sentí como tu cuerpo se tensó en un principio. De seguro te incomodó. Aún así no pude dejarte ir. Quería sentirte una última vez. Necesitaba sentir que fuiste real. Que alguna vez me amaste, que alguna vez te hice feliz. Te abracé tan fuerte que pensé que podría lastimarte. Sin embargo, me abrazaste con la misma intensidad que me decidí. Me separé un poco para poder verte. Tu mirada mostraba dudas. No sabías que hacer, no quise asustarte, así que me incliné lentamente. Como no me rechazaste solo deje de pensar. Mis recuerdos no le hacían justicia a tus labios. La suavidad y la dulzura. La calidez de tu aliento y ese sabor a vainilla que jamás pude encontrar en nada más.

Cuando nos separamos ambas estábamos llorando. Supuse que te sentías culpable. Así que seque tus lágrimas como si te fueras a quebrar. Besé tu frente y te dije que todo estaría bien. Ya no te lastimaría nunca más...

"Gracias Soojung. Gracias por todos estos años. Gracias por dejarme amarte y muchas gracias por hacerme sentir amada."

Intentaste hablar pero solo sollozabas. Te abracé con más fuerza para mostrarte que no debías sentirte culpable.

"Sé que estarás bien. Realmente espero que seas feliz y que jamás dejes de sonreír. Dile a ese tonto que si te hace llorar volveré desde el infierno si es necesario para protegerte."

Finalmente sonreíste, sonreí también. Te miré e intente grabar cada detalle. Esta sería la última vez que vería esos ojos que cuando sonríen se vuelven medias lunas. Sería la última vez que vería ese pequeño lunar cerca de tus labios. Sería la última vez que escucharía tu dulce voz diciendo mi nombre. Sería la última vez que sentiría la calidez de tus delicadas y suaves manos...

"Te amé. Te amo y sé que siempre te amaré. Lamento haberte fallado. Sé que rompí mi promesa..."

"No te disculpes más. Está bien. Ahora estamos bien."

"Te amo Soojung. Jamás lo olvides por favor"

"Jamás. También te amo Amber. Lo sabes. Verdad."

Quería que supieras, que sintieras, que de verdad te amaba. Que quería que fueras feliz y que sentía haberlo echado a perder.
Quería que vieras que ya no tendrías que preocuparte por mí. Porque por fin había resuelto como dejarte ir. Tome tus manos y las bese otra vez...


"Adiós"...

Me pregunto si te hubiera dicho algo más, si te hubiera contado lo que pasaba por mi mente en ese momento. ¿Me hubieras dejado decir adiós?

AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora