Desaparecido

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Abrió sus ojos cuando escucho como lo llamaban, la puerta de la habitación estaba ligeramente abierta dejando entrar un poco de luz. Con pereza se levantó de la cama, antes de salir de la habitación tomó un sudadera que probablemente le pertenecía a Hoseok pues esta le quedaba dos tallas más grande.

Siguiendo el aroma a café llegó hasta la cocina donde pudo observar al menor dándole la espalda, a pesar del frio clima de otoño este no llevaba más que unos pantalones.

Aquella imagen le hizo sonreír pues la simple idea de despertar todos los días así le encantaba.

En silencio caminó hasta estar tras el menor para rodear su cintura con sus pequeños brazos, por la diferencia de estatura Yoongi permanecía de puntillas logrando así esconder su cara entre el cuello del contrario.

Hoseok dio un pequeño salto por la sorpresa para después reclamar al de tez pálida.

-Me has asustado creí que no me habías escuchado.- Aun en la misma posición el alto continuo haciendo el desayuno.

-¿Qué hora es?-

-Las 6:30.- Al escuchar la respuesta bufó, odiaba levantarse temprano. -¿Por qué tan temprano?- Cansado dejó de estar de puntas.

-Porque será un largo día y tenemos muchas cosas que hacer.- Hoseok dio media vuelta quedando frente al más bajo. –Así que ve a sentarte para poder desayunar.-

Obediente Yoongi caminó hacia la mesa, no sin antes dejar un beso en la nariz del contrario recibiendo una risilla de este.

La relación que ambos chicos mantenían era algo confusa incluso para ellos.
Después de compartir amistad por un tiempo las cosas cambiaron, ninguno de los dos deseaba mantener una relación formal pero como cualquier persona tenían necesidades.

La tensión que existía entre ellos era cada vez mayor por lo que una noche simplemente paso, ambos habían terminado compartiendo un momento íntimo. Al día siguiente ninguno de los dos se arrepintió por lo que tomaron la decisión de ser compañeros de relaciones íntimas, aunque claro sin un compromiso de por medio ni sentimientos.

Pero en algún momento de su extraña relación de amigos con derecho los sentimientos habían comenzado a surgir, y aunque trataron de borrarlos les fue imposible. Después de cada uno de sus encuentros habían empezado a compartir palabras de cariño y besos llenos de amor.

Y aunque aún no formalizaban nada, ellos eran felices estando de aquella manera.

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Una vez terminaron de desayunar y se encontraron listos partieron rumbo a la casa de Tae.

Hoseok conducía tratando de recordar el camino hasta la casa del menor, aunque el pueblo no había cambiado lo suficiente como para presentar un problema, él había intentado borrar cualquier recuerdo que se enlazara con Taehyung.

Después de algunos minutos de conducción llegaron a lo que el castaño recordaba como la casa del menor.
El vivo color azul de la fachada estaba desapareciendo dejando en su lugar un azul sin vida, las flores que adornaban la entrada de la casa se encontraban marchitas, parecía como si solo en aquel pedazo de lugar los años hubieran pasando.

Aquel hecho comprimió el pecho del menor.

Ambos chicos temerosos caminaron hacia la puerta de entrada, donde el rubio toco un par de veces al ver que su compañero no sabía qué hacer.