Laito pronto comenzó a subir la intensidad del beso; más profundo y hambrientos, bajando su mano a mi muslo y trasero bajo mi falda mientras me apegaba más a él. —L-Laito... —Intente alejarlo pero fue imposible y realmente me estaba poniendo nerviosa—¡Laito! ¡ALÉJATE! —lo empujé y por fin me pude librar.
El tenía su mirada nublada por el deseo, aquello me hizo sonrojar. —¿Qué secede?
Junte mis dos dedos índices. —No estoy lista Laito.
El alzó una ceja y se acercó de nuevo a mi. —Mou~ pero Tn-chan yo si estoy listo —me abrazó por la cintura y me beso mi mejilla.
Sus manos de nuevos intentaban bajar, yo las detenía. —Te dije que no.
Luchaba por alejarlo de mi y fuu... Si que era difícil, se detuvo al escuchar gritos fuertes en la mansión y ambos nos teletransportamos para ver que pasaba. Kanato estaba tomando a Azusa por sus vendas y lo tenía muy cerca de él.
—¡¿QUÉ ESTAN HACIENDO?! —ambos se sobresaltaron y Azusa solo sonrió al verme.
—Tn ... Quería verte...
—No, querías ver a Kanato-kun~ —Murmuró divertido Laito, yo lo golpeé con el codo de manera fuerte.
—¿Por qué... querría ver... al idiota... de Kanato...?
Kanato le lanzó una mirada mortal y yo me sonrojé al captar lo que Laito quiso decir. —¡No, por nada! En seguida nos vamos ¿si?
Azusa asintió mientras me regalaba una de sus dulces sonrisas y yo me di la vuelta para hablar con Laito. —Bueno, nos vemos.
Le sonreí y el se acercó a besar mis labios provocándome un cosquilleo en mis abdomen, sentí que me moriría por ese beso, fue introduciendo su lengua con suavidad a mi boca para jugar con la mía, de no ser por la tos falsa de Azusa el beso habría subido de nivel. —P-Perdon —Me sonrojé y caminé hasta Azusa para irnos.
Azusa estaba raramente más callado de lo común y menos sonriente, o por lo menos conmigo que siempre sonría.
Llegamos a casa y lo primero que veo es una hermosa cabellera blanca con clips en ella; unos ojos grises y vestimenta negra como el esmalte en su uña.
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—No lo puedo creer...—Lo mire de pies a cabeza sorprendida por no encontrar cambios en él, seguía igual a cuando nos conocimos por primera vez —¿En serio eres tu?
—¡Claro que soy yo Tonta! ¡Ven! ¡Dame un abrazo! —Extendió sus brazos y sin dudarlo me tire a abrazarlo, después de tantos años.
Ver a mi mejor amigo después de cuatro años es alucinante. —¡HEY! ¡HEY! HEY —Kou se interpuso y miro fijamente a Haru para después sonreírle y abrazarlo al igual que mis demás hermanos, excepto Azusa ya que ellos jamas se llevaron bien, ahora entendía su mal humor.
Haru me contó que se uniría a la misma escuela que nosotros y por eso me había venido a ver, el es un humano y se tomó bastante bien la noticia de que eramos vampiros, no se asustó y nos siguió tratando como si no supiera nada, eso fue lo que más me agrado de el, nosotros nunca bebimos sangre de el.
[...]
Me puse con entusiasmo mi uniforme, estaba todavía más entusiasmada ya que por primera vez iría a la escuela con Haru, deseaba tener clases juntos y poder mostrarle toda la escuela, al llegar y bajar de la limusina con el (nos habíamos ofrecido para traerlo) sentí de inmediato una mirada pesadísima, me encontré con los ojos verdosos de mi querido Laito, pero se veía serio y molesto; quizás me lo explicaría dentro de clases.
Al entrar al salón junto con Haru, Laito de acercó feliz hacia nosotros, me dio un corto beso en los labios y miró a Haru con curiosidad, Haru de veía incómodo. —No me dijiste que tenias novio, Tn.
—El no es mi...
—Estamos en el proceso -ni si quiera me moleste en decirle algo ya que eso era verdad, Laito eventualmente sería mi novio-, ¿Quien eres tú?
—Mi nombre es Haru Koshida (súper original, lo sé), soy el mejor amigo de Tn.
