Un viaje de mentira

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Día 253: Martes 25 de Julio de 2017.


Suena "Paradise City" de Guns N' Roses. 


Ya pasaron 20 días desde la última actualización de mi diario. Acabo de leer que estábamos saliendo hacia Necochea (Debió haber sido una salida muy complicada, por algo habré tardado 20 días en volver a escribir, ¿no? Risas)


Cuestión que en estas "casi-3-semanas" pasaron un montón de cosas y, si bien, tuve muchísimas ganas de escribir, todo quedó ahí. La verdad, todo el tiempo pensaba acerca de que iba a tratarse cada hoja e incluso iba anotando los títulos, con el objetivo de hacerme tiempo luego para escribirlos (Sin embargo no logré concretar la tarea porque, cuando uno está embarcado, aprovecha el poco tiempo libre disponible para dormir un rato. Aunque en tierra también se acostumbra a menudo esto, ¿no? Risas).


En mi noble afán de lograr un poco de redención ante ustedes, público anónimo (Que ni siquiera sé quienes son los que me leen, aunque supongo que ahí estará la gracia de sentir que uno escribe con tinta invisible), voy a poner algunos de los títulos tentativos de las hojas que nunca llegué a escribir:

- La visita que no fue.
- Lo llaman trabajar.
- Dónde llovió...


Y ya que estamos, explico un poquito de que se hubiese tratado cada hojita (Es lo menos que puedo hacer):



- La visita que no fue: Viajamos hasta Necochea, pero no me dieron permiso para bajar del barco. ¿Por qué? Bueno,es me habían castigado por haberme escapado para salir a correr (Adivinaron, luego de casi 1 mes, el castigo todavía estaba en vigencia y seguía sin tener permiso ni para alejarme 2 cuadras del barco).


- Lo llaman trabajar: Ocurrió durante la vuelta de Necochea. Ya no recuerdo que cagada había hecho o por qué alguien habrá estado enojado conmigo ese día, pero estuve (A voluntad y juicio propio porque "nadie te apuntó con una pistola para embarcar", SIC) un poco más de 18 horas despierto dando vueltas y haciendo un montón de pequeños trabajitos en la cubierta.. con un poco de viento y bajo la lluvia.


- Dónde llovió: Llega un nuevo Jefe de Cubierta. Una personalidad distinta al anterior Jefe, me otorgó un cambio de aire en el embarco. En nuestra primer llegada a puerto, derogó el famoso "No bajarás" (Decimo primer mandamiento del B/T Punta Quilla) y consiguió que me den permiso para irme a casa por un par de horas. Un golazo al ángulo.




¿Y ahora qué?


Todavía siento la angustia de no haber podido conocer Necochea. Más allá de la culpabilidad y el merecimiento del "No bajarás", siento que fue un castigo excesivo no haber podido bajar a conocer la ciudad. No obstante, acepto que si los hechos se dieron de tal manera, Dios es sabio y él habrá sabido el por qué de tal desenlace.

Por otro lado, tampoco me pareció lindo que me tengan 18 horas despierto, pero bueno, supongo que era la única manera de aprender que el trabajo esclavo no es sano (Risas) y que en este mundo todavía hay personas que capaces de pedirte todo con una sonrisa de por medio (Aunque por dentro no sientan un ápice de consideración por vos, risas).

Y para frutilla de la torta, desde que llegó el nuevo Jefe ya pude ir 2 veces a mi casa! (WOWW! es mucho más de lo que imaginé que iba a conseguir, así que estoy re contento). Ah, ¿y les conté que me compré una notebook con mi primer sueldo? (¿De donde piensan que estoy escribiendo sino? ;)


Así que, acá estamos: Todo muy bien. Aunque me hubiese gustado que la travesía a Necochea quede en algo más que "Un viaje de mentira".



Nos vemos en la próxima hoja!

:)

Diario de un naveganteWhere stories live. Discover now