1. Mi vida no es lo que era. (Naida)

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Mi vida nunca ha sido la mejor del mundo. Para ser exactos si no fuese por mi hermana Acua no sé dónde estaría yo.
Para ser más exactos mi vida siempre ha sido la de la chica a la que no le hacen bullying, pero, tampoco le prestan atención.
Para ser todavía más exactos somos las "problemáticas" de la clase. Si se puede decir así, claro. Tenemos TDAH, trastorno hiperactivo por déficit de atención, aparte de la dislexia.
Me llamo Naida Watters.
Hoy es el primer día del verano. Muchos pensaréis que es algo para celebrar, pero, para mí es igual que como si siguiéramos en el curso escolar. Mi madre murió cuando nosotras éramos muy pequeñas y los medios sociales nos mandan a un campamento de recuperación de notas. Todos los años es igual, vamos a ese sitio donde te tratan como delincuentes y no logras más que pasar un verano horrible porque tus notas no mejoran nada.
En fin a la historia.
Me baje del autobús (de esos que parece que se vayan a desmontar a cada poco que avanzan) junto a Acua. Hacia un día lluvioso y frío. Algunos niños de nuestra edad (12 años por cierto) se pararon a recoger sus cosas. Nosotras no. Nuestras únicas posesiones eran una mochila con algo de ropa cada una y una foto de nuestra madre.
Al bajarme y ver el el edificio blanco y siniestro de la prisión para niños suspiré.
- Otro horrible verano - dije deprimida.
- Míralo por el lado bueno - dijo Acua a mi lado - al menos... solo nos quedan cuatro más.
Me encogí de hombros mientras avanzabamos bajo la fría lluvia. La verdad es que el agua no me molestaba en absoluto. Me coloque bien la mochila al hombro.
- ¿Sabes? - le dije a Acua - no sé si aguantaré seis años más así.
Acua se rió y se colocó bien un mechón de pelo rubio.
- Te hecho una carrera
Y las dos echamos a correr hacia el gran edificio.
Cuando llegamos estábamos cansadas y sudando. Allí nos esperaba una profesora con el pelo negro y los ojos igual de negros. Llevaba el pelo recogido debajo de un gorro militar y estaba bastante rígida. Cuando la vi me entraron bastantes ganas de reír, pero me aguante.
El resto de alumnos llegaron hasta donde estábamos nosotras. La mujer recta sacó un papel de su bolsillo y empezó a leerlo.
- En la primera habitación Irán Acua y Naida Watters, Margo Graze y Aileen Jonhson.
Dos chicas con el pelo negro y los ojos marrones se nos acercaron. Una era más alta que la otra. La más alta nos saludó primero.
- Soy Margo - dijo.
Le estrechamos la mano por turnos. La otra se nos acercó después.
- Soy Aileen.
Después de presentarnos subimos a la habitación para las cuatro. No era demasiado grande. Había una cama en cada esquina, una mesilla y un pequeño armario. Yo me acomode en un lado no muy cercano al resto. No me gustaba estar en el centro de atención.
- ¿Vuestros padres? - preguntó Aileen.
Cruce una mirada con Acua. Las dos habíamos pensado en lo mismo al instante.
- Nuestra madre... - empezó ella.
- Está muerta... - termine yo.
Las dos parecieron compadecerse pero ninguna contestó.
- Mi madre es una actriz - dijo Margo - nunca me presta demasiada atención.
Aileen asintió.
- Mi madre cree que lo mejor es que esté lejos - dijo - mi padre... Bueno, nunca ha aparecido. Mi madre se casó con mi padrastro... y... es una persona horrible.
Así terminó nuestra conversación antes de irnos a dormir. Me dormí bastante rápido y me desperté a la mañana siguiente por Acua. Bajamos a desayunar las cuatro y nos sentamos junto a un chico que estaba leyendo en una mesa. Tenía el pelo rubio, pero oscuro y corto y los ojos marrones.
- Hola - saludó Acua.
- Hola - saludó él sin levantar la vista del libro.
Nos presentamos todas.
- Yo soy Adler - nos dio la mano.
Salimos a la clase de Astronomía después de desayunar. Se impartía en un mirador de la planta más alta del edificio. Allí nos esperaba la señora Tiesa.
La clase termino bastante aburrida, como todas las que teníamos día a día.
-Adler, Aileen, Margo, Acua y Naida venir aquí - dijo al terminar la clase.
Los cinco fuimos hacia un aula vacía. Allí nos esperaba la profesora, pero, estaba encima de unos andamios.
- A mí no me engañáis - dijo.
Una de sus piernas se volvió de metal, otra se convirtió en la de una cabra y su pelo se volvió de fuego. Era una imagen bastante terrorífica. Saltó sobre nosotros y tuvimos que saltar hacia los lados para esquivar. Acabamos desperdigados por la habitación. Me coloque en una esquina y la profesora (antes Tiesa ahora monstruo) se fijó en mí. Saltó hacia mí y yo grite. Me desgarró la manga de la camiseta y me hizo una herida en el hombro. Apreté los puños y grité.
¡BUM!
Una tubería explotó debajo suyo y salió despedida. Sentí que las fuerzas me abandonaron y la mujer cayó al lado de Aileen y Margo. Estas le apuntaron asustadas con el dedo y una descarga le cayó encima. Las dos se desplomaron. Adler se acercó y la miró fijamente.
- Vete al infierno, monstruo - le dijo.
La tierra se lo tragó y Adler se desplomó en el suelo. Por la ventana pude distinguir unos carros voladores en el cielo. Me desmayé.

Cinco de los grandes y el Tridente de Poseidón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora