Promételo

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Nota: ¿Tenia que hacerlo! ~~



Mientras tanto en el jardín ya estaba atardeciendo, el cielo se estaba tornando de anaranjado y poco a poco iba reinando más el silencio en el ambiente, la temperatura iba disminuyendo de la misma forma y era posible ver algunas estrellas ya en el cielo.

Allí se encontraba el estratega, sentado a los pies de un cerezo alejado de la edificación, estaba cabizbajo mirando hacia el pasto con los ojos rojos debido a que había estado llorando en solitario. Estaba practicando ejercicios de respiración para lograr tranquilizarse y pensar las cosas con calma, no quería que nadie lo viera de esa forma, no podía mostrar debilidad ante los demás.

-1...2...3...- respiró hondo y apoyo su cabeza en el árbol, pero aún continuaban saliendo lágrimas. - ¡Diablos! - maldijo enfurecido por sus sentimientos, no podía controlarlos y eso lo hacía sentirse peor aún, después de ver a su amigo tan cerca de la Reina de Crimea y una nueva vida en que quizás no estaría el cerca de él....se sentía aterrado, horrible y muy triste, a pesar del triunfo, era amargo para él. Durante toda la guerra había notado que existía cierta tensión especial entre Ike y Elincia, había evitado pensar en su relación, pero ahora todo se le venía encima de golpe. No.... ¡NO! no quería separarse de Ike, era todo para él, sin él.... Seguramente moriría de pena. Este pensamiento no ayudaba mucho a Soren provocándole nuevamente más lagrimas que trataba de contener.

El héroe se abrió paso hacia el jardín, atravesó la puerta y los corredores y finalmente llego. La tarde estaba extrañamente calma pensó Ike, sólo quedaban algunos pájaros cantando y los rayos de sol aún lograban calentar su rostro. Analizó su entorno como en el campo de batalla y diviso una pequeña figura a los pies de un árbol, su corazón se aceleró sin entender bien cuál era la razón y comenzó a caminar hacia ella despacio. No sabía exactamente que iba a decirle o la razón por la cual estaba allí, sólo sentía la necesidad imperiosa de hacerlo, quería estar al lado de Soren, abrazarlo y entenderlo aún más. Dejo de caminar hasta quedar al otro lado del árbol, apoyo un brazo en este y con su dedo índice de la mano derecha hizo presión sobre el cabello de su amigo. Soren no se había percatado de su presencia, estaba cabizbajo abrazando sus piernas, por lo cual se sorprendió y alerto.

-Soren... - dijo Ike mirando hacia abajo a su amigo.

El corazón del sabio de viento se paralizo al escuchar la voz de su líder, de todas las personas del mundo era la que menos y más quería ver. Rápidamente levanto la cabeza y se pasó la manga de su túnica para limpiar sus lágrimas de manera disimulada.

-¿Qué quieres? - dijo fríamente Soren, sin mirarlo y haciéndose el duro.

-¿Es esa forma de responderle a tu líder? - le respondió con otra pregunta Ike. -Esa pregunta debería hacértela yo a ti- Bromeó el peliazul a su amigo.

-Mmm... disculpa - le respondió Soren. -Sólo me sentía incómodo allá y vine a tomar un poco de aire fresco antes de que anochezca.

-Vamos Soren, dime la verdad, ¿quieres? - le insistió acercándose y sentándose frente a él.

-No son tus asuntos... - le respondió nervioso evitando la mirada de su amigo.

Observándolo un poco más detenidamente notó los ojos enrojecidos, su rostro algo hinchado, sin duda había estado llorando lo cual causo un extraño sentimiento de tristeza y culpabilidad en él. Soren notó como esos ojos azules lo miraban fijamente con una expresión inmensa de preocupación... ya no había nada que hacer, seguramente notó que había estado llorando, ahora sería el triple de difícil poder asumir todo lo que estaba pasando, ya no podría utilizar su coraza contra Ike y el mundo.

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