El Caer del Primogénito

¿Nuevas opciones ? (Prologo)

Sintiéndose acorralado con todas las miradas puestas en el solo podia sentir como el sudor frio mojaba su camiseta por el area de la espalda y como pasaba por su rostro a la vez. Ya no sabia que hacer todo estaba en un silencio incómodo, nadie decia nada hasta Tanaka estaba en silencio. Sin previo el conde empujo a sus empleados para poder pasar rápidamente por la puerta de salida, corriendo a toda prisa sin decir más.

-Boochan! - Sus empleados estaban preocupados por el aunque era cierto que se sentían confundidos y algo molesto por la situación eso no les quitaba el hicieron un vínculo con el. Sebastián estaba apunto de dirigirse a la puerta con los demas cuando la voz de aquel chico resono en el salón.

- a donde creen que van?... No les he permitido que vayan algun lugar.-

- Que dices ?- Dijo molesto Bard ante la actitud de ese hermano de su amo.

- Todos ustedes estan al servicio de Ciel Phantomhive incluso tu Sebastian ... Y como yo soy Ciel Phantomhive deben obecerme a mi , asi que vuelvan a sus labores- Dijo aquel chico dandose la vuelta para marcharse.

-Pero Boochan- dijo Finnian mirando hacia afuera la fuerte lluvia que habia.

- Si te refieres a mi hermano ... ese cobarde volvera no dudara volver cuando sienta hambre , ahora vuelvan a sus que hacerseres y cierra esa puerta que la lluvia se esta metiendo. - Dijo el chico mientras se marchaba a su habitación.

Mientras los empleados no tenian de otra que escucharle, un conde asustado y confundido bajaba la colina, de su boca solo se escuchaban jadeos agotados entre llantos de angustias de saber que se habia quedado solo.
Mientras tanto a lejos un auto de la epoca era conducido a toda velocidad.

-T-Ten cuidado o nos mataras!- decia una joven de cabello castaño y piel oscura, a la conductora.

-Oye tu quieres llegar mas rapido ha casa asi que no me gristes -

Entre discusiones de ambas no se pudieron dar cuenta del conde, que habia llegado el camino y solo quedo paralizado al ver la luz acercarse a toda velocidad. Embistiendolo unos metros adelante del auto que se detuvo.

-Ay! Dios! Mira lo que hiciste !- reclamo la chica castaña a la pelirosa.

- Ya ya tal vez no este muerto- baja del auto y se acerca a revisar al conde que estaba inconciente en el suelo, la pelirosa le hace una mirada de pesame a su amiga.

- Esta?- dijo algo asustada.

- No... aun esta vivo -

- eres una idiota!- dijo molesta por la broma pesada de su amiga.

- Creo que mejor lo llevamos ha casa ...parece cansado - lo toma entre sus brazos y lo sube al auto.

- S-si eso sera lo mejor ...mañana lo llevaremos ha casa, esperemos que no nos demande -

-tranquila si se muere en casa podemos jugar al doctor Frankenteins y mira que el clima es perfecto-

- Deja bromear... Marian Ann tiene frio-

- Bueno ya - sube al auto siguiendo las dos mujeres su camino ignorando todo lo que habia sucedido en la mansión que no estaba muy lejos del incindente .