Todas las noches miraba a la luna, no sabía como aún era capaz de brillar.
También miraba el río, que no se cansaba de repetir su ciclo, una y otra vez sin respirar.
Su adicción eran las plantas que picadas por abejas, incapaz de protestar.
Pero ella no sabía, salir sin caminar, y se compro unas botas que servirían para volar.19/06/2017
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Historias de una edad
Short StoryNoa, Miren y Aria son tres mejores amigas en su último año de secundaria. No saben donde terminaran, pero tienen claro que este año se llevarán más de una experiencia de esas que te cambian la vida. . . . . No es una novela, son historias y sentimie...