Capítulo 2

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Capítulo 2

Camino sin rumbo, varias personas se dan vuelta a verme. Espero que hagan el llamado.

No puedo creer cómo el momento en que te conocí te covertirias en el demonio. Te vi junto al negocio del pueblo, nadie te conocía, desearía no haberte conocido. He estado pensando en ti, en cómo destruiste muchas familias, la policía te busca, pero lo más probable, es que está este de tu lado igual.

Miró el cielo, rogandole a Dios ayuda, quiero que escuché mis plegarias. Las personas observan como entró en un café, inmediatamente todos dirigen sus ojos a mi. Quisiera que nadie me conociera en este lugar.

No tengo dinero.

Me siento en una butaca, nadie quiere atenderme, la verdad es que por seguridad nadie debería acercarse a mi. Un par de ojos me miran curiosos, la sangre en mi vestido y manos no ayudan en esta situación. Robin, el nombre del único chico que es capaz de acercarse a mi, con temor, pero lo hace. 

-¿Qué desea ordenar? - dice depositando un par de servilletas. Claro, mis manos.

-Un café bien cargado, por favor.

En menos de 5 minutos, una taza blanca sobre un platillo blanco y humo saliendo de ella se coloca frente a mi. Robin me mira preocupado, ayúdame , intento susurrar.

Observo a través de las ventanas del local, es como si todos tuvieran miedo de mi, bueno soy la mujer del hombre más temible de la ciudad, uno de los más poderosos, también tendría miedo si fuera ellos.

Cierro los ojos mientras llevo la taza a mis labios, necesito terminar esto, necesito irme de este pueblo. Podría llevar a mi madre conmigo pero la matarán si tiene contacto conmigo.

- Robin - susurro.

El me mira, sabe que corre peligro al acercarse a mi. Puedo ver cómo arruga el paño entre sus manos debatiendose si venir o no. Vuelve a mirarme, mis ojos le piden ayuda, el ya sabe que se la verdad. Observo cómo en una servilleta escribe algo, con el movimiento mínimo la deja frente a mi. Miro hacia la gente que esta en el local, nadie vio algo.

Acercó la servilleta y leo

"Mismo lugar de siempre"

Arrugo la servilleta entre mis dedos. Nadie debe saberlo.

- La cuenta ya está pagada. - dice un mesero mirándome. Cuando subo la cabeza para mirarlo a los ojos el corre su mirada.

Así que, ¿ El terror es tanto que
ni siquiera pueden verme a los ojos?

Una extraña valentía se apodera de mi cuerpo, cuando me levantó de ahí y salgo del local. Vuelven a mirarme mientras camino hacia el lugar de siempre.

Fui la única persona capaz de enfrentarme a él.

Y tal vez soy la única persona que maten por un motivo real.

- Necesitas escapar de acá. - dice Robin entrando a la bodega.

Hace tiempo descubrí este lugar, esta en el pueblo pero pocas personas vienen así acá, es peligroso.

- Aún que quisiera escapar, ¿De que me sirve si me van a encontrar?.

- Eres la única con cabeza para enfrentar a tu esposo ¿No?.

- Lo que se ve no se pregunta, Robin. - digo a la defensiva, no soy una criminal, no como ellos.

- Estoy de tu lado, pero Emma debes despertar no confíes en nadie.

- Confío en ti.

Robin calla, no malinterpreten las cosas, el y yo jamás hemos hecho algo que nos hagas estar en una relación ni nada por el estilo. Pero es mi único amigo.

- Tal vez no deberías hacerlo.

- Pero lo hago.

Ambos nos miramos desafiantes, veo miedo en sus ojos, miedo de todo lo que puede pasar si saben de esta amistad.

- Tengo este dinero, no tomes el bus local, sabrán que estuviste ahí, te llevarás mi auto. Mi tío va a darme otro a final del mes, lo está reparando hacia tiempo. Así que no te preocupes por el.

Tira hacia mi un bolso.

-Deberías cambiar ese vestido lleno de sangre, a no ser que seas Carrie. - carcajeo. - Conseguí ropa de segunda mano, no es tan cara ni a la moda como ocupas tú pero servirá. Ve a cambiarte atrás, cuidaré aquí.

Camino hacía la parte de atrás de la bodega, sólo hay una salida y entrada.

No puedo evitar mientras me cambio ver los ematomas que él dejó. Tampoco puedo evitar preguntar que otras mentiras oculta. Necesito la verdad, y si huyo no las encontraré.

- No puedo irme de este pueblo, Robin. - dice mi valentía interior.

El me observa, mi ropa pasó de un vestido blanco, mejor rojo, ya que estaba lleno de sangre, a un jeans negro una blusa blanca y una casaca negra y un jockey.

- ¿De qué estas hablando, Emma?.

-Tengo preguntas, que no responderé estando lejos.

-No comprendes que morirás si te quedas. La verdad aún no se que haces vivas.

- Ayúdame a encontrar respuestas y así me podré ir la rápido.

-¿Qué pretendes que te lleve a tu propia muerte?- dice acercandose peligrosamente a mi.

-No comprendes he estado casada cuatro años; ¡Cuatro años!. Y de la nada mi vida pasa de ser perfecta a una vida de muertes, armas, drogas, golpes, sangre, temor, maldad. Y quieres que me vaya sin poder responder todo lo que tengo en mi cabeza. ¿¡Eso quieres, Robin!?.

- Tú no comprendes esto ¿No?. Vas a morir, van a matarte, sin importarle que preguntas tengas en la cabeza, Emma.

- No puedo comprender algo que se a menos de dos semanas, Robin. Pero ayúdame y te prometo que me largo de aquí.

Robin comienza a caminar de lado a lado, su teléfono suena; lo saca de su bolsillo trasero y observa la pantalla.

-Quédate aquí, no salgas. - dice, antes de salir a contestar su llamada.

¿Por qué actuas como si fueras la persona más valiente, Emma?.
Sabes perfectamente que la valentía no está en tu sangre. A veces hay que arriesgarse para lograr algo, y lo sé, te prometo que si muero mañana, moriré luchando, luchando aunque no tenga nada, luchando. Y en este momento irme no es una opción, la única opción que tengo entre mis manos es sólo una palabra.

Luchar.

Y claro, buscar la verdad en todas estas mentiras.

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2019 ⏰

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